"Ninguna ley injusta debe ser acatada"

"Ninguna ley injusta debe ser acatada"

Monseñor Rossi objetó un fallo de la Corte Suprema de Justicia. El prelado exhortó a desobedecer la sentencia y argumentó que se debe proteger a la madre y al niño por nacer.

CONTUNDENTE. El obispo de Concepción sostuvo que la decisión del máximo tribunal es injusta. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL CONTUNDENTE. El obispo de Concepción sostuvo que la decisión del máximo tribunal es injusta. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
26 Marzo 2012
CONCEPCION.- Una firme exhortación a la desobediencia civil contra el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que dispuso que todas las mujeres violadas pueden abortar sin necesidad de una autorización judicial, lanzó ayer el obispo de la Diócesis de la Santísima Concepción, monseñor José María Rossi. "Cuando una institución de la República avala una cuestión que va contra la naturaleza de las personas, de la sociedad que tiene que defender la vida, puede ser desobedecida", sostuvo el prelado. Enseguida recalcó: "en realidad, ninguna ley injusta debe ser acatada por ningún ser humano que tenga su cabeza en su lugar".

Rossi se pronunció contra el polémico fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación durante una conferencia de prensa que brindó ayer en su despacho, en oportunidad de recordarse "El Día del Niño por Nacer".

Con énfasis, el obispo afirmó que Tucumán no debería obedecer la sentencia de la Corte, en virtud a que es injusta, según su valoración. "La defensa de la vida tiene que estar por encima de todos los derechos de las personas, de todas las obligaciones de las instituciones de la República", aseveró. Defendió su postura afirmando que en la actualidad la ciencia sobre el hombre "sostiene cosas muy claras sobre lo que hay en el vientre de la madre, desde el mismo momento en que es fecundado el óvulo por el espermatozoide del padre". "No hay dudas de que hay una persona. Es cuando se constituyen las características propias de un individuo a través del ADN que lo hace único. Desde ahí ya es un niño, un hijo", afirmó.

Rossi, durante su charla con la prensa, dijo que en los casos de abortos provocados voluntariamente, la Iglesia considera que hay dos víctimas: "el hijo al que no se lo deja seguir viviendo y la madre que, además de ser culpable de un hecho tan violento, también ha sufrido muchas presiones sociales, familiares y de aquellos que consideraron un problema su concepción", indicó.

Médicos y jueces

El fallo del alto tribunal de la Nación observó también que los médicos no pueden ser sancionados por practicar abortos en casos de mujeres violadas que lo requieran. Al respecto, Rossi insistió: "los agentes de la salud, inclusive los jueces, no se pueden subordinar a la medida de la Corte, porque sería avalar un dictamen injusto contra el niño que se mata".

"Es un fallo que avala el aborto provocado y le dice al sistema de salud que haga algo que no es salud. Pone las cosas patas para arriba. Nuestra sociedad así no está muy lejos de ser puesta también patas para arriba. Pues las instituciones de la República están hechas para defender los derechos de la personas, la vida, y no para matar a una persona que no ha hecho nada", expresó.

El obispo opinó también que "la Justicia debe preocuparse de que la sociedad cuide a las madres a fin de que puedan tener a sus hijos bien". "La sociedad le debe brindarle a la mujer el apoyo necesario que le impida una decisión terrible que la va a cargar en su conciencia de por vida", concluyó Rossi. (C)

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