Volvió una noche y desató festejos

Volvió una noche y desató festejos

El regreso del "Tigre" Amaya fue con alegría, ya que sumó un triunfo clave.

AFORTUNADO. Con el Tigre en el banco, San Martín pudo festejar un triunfo en casa después de tres meses. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA AFORTUNADO. Con el "Tigre" en el banco, San Martín pudo festejar un triunfo en casa después de tres meses. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
18 Marzo 2012
El marco que presentaba el estadio hacía presagiar un gran recibimiento. Y no era para menos. Miguel Amaya, un ídolo para los "santos", volvía a La Ciudadela. Pero esta vez lo hacía en su nuevo rol: el de entrenador. Cuando la voz del estadio anunció su nombre, desde las tribunas estalló una ovación que se repetiría al finalizar el encuentro, demostrando que el idilio entre el hincha y el "Tigre" sigue intacto.

"El recibimiento fue de lo mejor, como lo soñaba y como me había preparado. Son situaciones que uno, en determinado momento, piensa vivir. Me voy muy contento por el cariño que me tiene la gente", destacó el entrenador, que continuó endulzando a los simpatizantes. "Quedó reflejado lo que es actuar con el jugador número 12. Lo tuvimos y eso fue muy favorable. No sólo se ganó, sino que retomamos el cariño que tiene que tener el futbolista con la parcialidad", expresó.

San Martín volvió a ganar de local. La última vez fue el 7 de diciembre, cuando venció 1 a 0 a Gimnasia y Tiro. "Retomamos los triunfos de local, sabiendo que son 15 puntos los que debemos lograr", enunció. Otro escollo que logró superar el equipo fue la capacidad de dar vuelta un resultado. "El equipo supo tener la hombría para sacar adelante el partido ante un gran rival", finalizó, mientras le dedicaba el triunfo al ex utilero "Lucho" Schiavone, que no está pasando un buen momento de salud. Mientras tanto, los hinchas volvieron a soñar con dar la vuelta de la mano del "Tigre".

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