El FMI se va de Argentina y se acentúa la fría relación con el gobierno de Cristina Fernández

El FMI se va de Argentina y se acentúa la fría relación con el gobierno de Cristina Fernández

El organismo financiero internacional sería representado por un economista "full time", pero que dependerá de la sede instalada en Perú. Según publicó el diario La Nación, la entidad crediticia multilateral cerrará su oficina en el país. Afirman que la decisión responde a una estrategia ante la crisis global

REPRESENTATIVIDAD REDUCIDA. La sede del Fondo Monetario Internacional, en Capital Federal.  DIARIO LA NACIÓN REPRESENTATIVIDAD REDUCIDA. La sede del Fondo Monetario Internacional, en Capital Federal. DIARIO "LA NACIÓN"
11 Marzo 2012
El Fondo Monetario Internacional comienza su mudanza y la Argentina dejará de ser sede del organismo financiero multinacional.

Según una publicación del diario La Nación, fuentes vinculadas al FMI reconocieron la salida de representantes oficiales del país como estrategia adoptada por la propia entidad crediticia mundial, presidida por la francesa Christine Lagarde.

El plan institucional y político del organismo es destinar sólo un economista full time y que la dirección se establezca desde Perú.

En el artículo periodístico, se hace referencia a que en el FMI "eludieron" cualquier "interpretación que indique que el cierre de la oficina se relacione con los problemas de comunicación" que mantienen con el gobierno de Cristina Fernández. Sólo que se trata de una reorientación de los recursos humanos y materiales a los países donde el organismo tiene programas de asistencia financiera o de asistencia técnica, teniendo en cuenta la profundización de las crisis internacional, sobre todo la de las economías de los países de la zona euro.

Las mismas fuentes ligadas a la entidad deslizaron la decisión que las oficinas que se cierran en América latina se colocarán en Europa, centro de la convulsión económica en la actualidad. María González Miranda, economista mexicana, quien era la representante en el país, volverá a la sede central en Washington para reportar al auditor regional Nicolás Eyzaguirre, contó La Nación ayer.

"La joven funcionaria había logrado restablecer una relación cordial con el sector público y privado, pese a la frialdad política con la que se tratan ambas partes desde 2002", establece el texto del periodista Martín Kanenguiser, quien además remarcó que "en el Palacio de Hacienda, un importante funcionario admitió desconocer la decisión".

El matutino recordó que este es el segundo hecho registrado, "tras el episodio de 1994, durante el gobierno de Carlos Menem, cuando el FMI decidió dejar el país por seis meses, hasta que la Argentina volvió a requerir asistencia financiera".

La relación entre el FMI y Argentina tuvo sus niveles de tensión, de cooperación y de dependencia financiera.

Pero a partir del gobierno de Néstor Kirchner, la independencia del FMI fue uno de los pilares de la gestión kirchnerista.

"En 2005 -recapituló el diario porteño- el presidente Néstor Kirchner, cumpliendo con un deseo del entonces jefe del Fondo, Rodrigo Rato, canceló la totalidad de la deuda del Gobierno con el organismo, exhibiéndolo como un gesto de independencia política".

Luego, las observaciones del FMI a las estadísticas oficiales generaron un distanciamiento y contestaciones por parte de funcionarios nacionales, entre ellos, el entonces ministro de Economía, Amado Boudou, quien había dicho el año pasado "que se veía en la burocracia del FMI otra película, que mira para otro lado, haciendo un juego de niños ricos en un mundo que necesita respuestas rápidas y concretas".

En el medio, hubo amenazas de sanciones a Argentina por no publicar estadísticas acordes a los "standards internacionales". Así, la Presidenta impulsó, de manera sorpresiva, la firma de un convenio de cooperación técnica entre el FMI y el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec) "para mejorar la calidad de las estadísticas argentinas", recordó el matutino.

ula incorporación.- Argentina se integra como miembro del Fondo Monetario Internacional en 1956 con el propósito de acentuar las inversiones externas en el país para fomentar el desarrollo industrial. Durante el Gobierno del General Pedro Aramburu, Argentina recibió U$S 250 millones del FMI, bancos y empresas de Estados Unidos.

umomentos de excepción.- El endeudamiento se transformó en el gran condicionante de la política económica argentina. Sólo dos momentos fueron la excepción a la regla de la historia nacional: entre 1973 y 1975, en la tercera presidencia de Perón, y en la administración de Alfonsín, entre 1983 y 1985.

-"Relaciones carnales".- La relación Argentina-FMI pasó a ser "relaciones carnales" en los años 90. Esa política fue defendida por el canciller Guido Di Tella, en la gestión Carlos Menem. El organismo financiero internacional fue señalado por las crisis de México, Brasil y también de Argentina. El ritmo económico estaba marcado por una larga recesión iniciada en 1998, bajo el régimen neoliberal.

- "Responsabilidad" en la crisis.- Tras la salida de Fernando De la Rúa y los gobiernos provisorios, como el de Alberto Rodríguez Saá, la relación con el FMI se tornó tensa. Sin embargo, en la gestión Eduardo Duhalde, la situación económica, política y social del país llevó a que el propio organismo multilateral "examine su participación en la crisis".

- El pago de la deuda.- En 2003, Néstor Kirchner y el ministro de Economía, Roberto Lavagna, cerraron un acuerdo con la entidad financiera internacional y a fines de 2005, el Gobierno argentino anunció la cancelación anticipada de la deuda por U$S 9.500 millones.

- Descreimiento.- En 2007, el Gobierno intervino el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El Fondo Monetario Internacional "observó" tiempo después las mediciones nacionales, entre ellas, los precios al consumidor (IPC). Luego, Argentina y el FMI acordaron una "cooperacióin técnica".

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