13 Enero 2012
BEIRUT.- El Gobierno sirio responsabilizó a "terroristas armados" del ataque contra una manifestación en Homs a favor del presidente, Bashar al Assad, en la que falleció el periodista francés Gilles Jacquier, y ofreció sus "condolencias" a Francia.
"Lamentamos esa muerte junto a la de siete mártires y prometemos cortarle las manos a las bandas terroristas que perpetraron el ataque", informó la televisión estatal, citando un comunicado del Ministerio del Interior. "El acto es una extensión de la cadena de terror a la que Siria está expuesta y forma parte del intento por distorsionar la situación real del país", señaló la agencia SANA.
Por su parte, los rebeldes negaron que algunos de los miembros de ese movimiento sean responsables de la muerte de Jacquier, quien fue alcanzado por una granadas de mortero.
Organizaciones de prensa de todo el mundo exigieron una investigación de la circunstancias del deceso del cronista de la televisión France 2 TV, así como la protección para los trabajadores de los medios. El repudio de lo sucedido fue efectuado, por separado, por Periodistas Sin Fronteras, el Instituto Internacional de Prensa y la Unión Europea de Radiodifusión. La representante de Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton llamó a las autoridades a responsabilizarse de la seguridad de los periodistas: "debe permitirse a la prensa desarrollar su papel fundamental de proporcionar información independiente sobre lo que sucede en Siria, sin miedo a la violencia o la represión".
Los combates entre las fuerzas de seguridad y la oposición están aumentando ante la deserción cada vez más frecuente de soldados, explicaron los Comités de la Revolución, respecto de los enfrentamientos entre las tropas oficiales y el autodenominado Ejército Libre de Siria. La oposición denunció que cuatro desertores murieron por bombardeos cerca de la frontera con Turquía. "Están disparando de forma arbitraria contra las viviendas para aterrorizar a la gente", afirmó Bilal Abdullah, uno de los activistas de los Comités.
La semana pasada, por primera vez, un alto mando del Ejército se pasó a la oposición. El general Mustafa Ahmed al Sheij instó a todos los soldados a seguir su ejemplo y afirmó que la comunidad internacional tenía la obligación moral de proteger a los civiles sirios.
La Liga Árabe, a su vez, informó que no enviará más observadores al país, aunque no dio indicios de que vaya a suspender su misión, prevista hasta el jueves. Los observadores admitieron que no lograron frenar el baño de sangre. (DPA)
"Lamentamos esa muerte junto a la de siete mártires y prometemos cortarle las manos a las bandas terroristas que perpetraron el ataque", informó la televisión estatal, citando un comunicado del Ministerio del Interior. "El acto es una extensión de la cadena de terror a la que Siria está expuesta y forma parte del intento por distorsionar la situación real del país", señaló la agencia SANA.
Por su parte, los rebeldes negaron que algunos de los miembros de ese movimiento sean responsables de la muerte de Jacquier, quien fue alcanzado por una granadas de mortero.
Organizaciones de prensa de todo el mundo exigieron una investigación de la circunstancias del deceso del cronista de la televisión France 2 TV, así como la protección para los trabajadores de los medios. El repudio de lo sucedido fue efectuado, por separado, por Periodistas Sin Fronteras, el Instituto Internacional de Prensa y la Unión Europea de Radiodifusión. La representante de Política Exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton llamó a las autoridades a responsabilizarse de la seguridad de los periodistas: "debe permitirse a la prensa desarrollar su papel fundamental de proporcionar información independiente sobre lo que sucede en Siria, sin miedo a la violencia o la represión".
Los combates entre las fuerzas de seguridad y la oposición están aumentando ante la deserción cada vez más frecuente de soldados, explicaron los Comités de la Revolución, respecto de los enfrentamientos entre las tropas oficiales y el autodenominado Ejército Libre de Siria. La oposición denunció que cuatro desertores murieron por bombardeos cerca de la frontera con Turquía. "Están disparando de forma arbitraria contra las viviendas para aterrorizar a la gente", afirmó Bilal Abdullah, uno de los activistas de los Comités.
La semana pasada, por primera vez, un alto mando del Ejército se pasó a la oposición. El general Mustafa Ahmed al Sheij instó a todos los soldados a seguir su ejemplo y afirmó que la comunidad internacional tenía la obligación moral de proteger a los civiles sirios.
La Liga Árabe, a su vez, informó que no enviará más observadores al país, aunque no dio indicios de que vaya a suspender su misión, prevista hasta el jueves. Los observadores admitieron que no lograron frenar el baño de sangre. (DPA)
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