Amateurs y elite, separados

AUCKLAND.- La entrevista con Luis Castillo invita a más, a seguir buceando en sus ideales, en cómo ve el rugby nacional y si pude haber cambios importantes o no dentro de una estructura casi por completa amateur. ¿El semillero de los clubes cambiará? ¿Se pasará al profesionalismo? Cuántas preguntas. Por suerte, cada una de ellas encontró su respuesta. Suculenta, por cierto, para que nadie se quede con las ganas de repetir el postre.

- ¿Qué pasará con el rugby amateur?

- Seguirá siendo importante en nuestra estructura. Lo que si tenemos en claro es que también se debe fortalecer las bases, esto es el rugby de los clubes, que ha crecido mucho en los últimos años. No hay que descuidar este diamante en bruto que es el rugby amateur. Solo hay que armar una estructura que trabaje para el seguimiento y crecimiento de 200 jugadores para este nivel, porque así lo exige la calidad del juego, pero también lo tenemos en claro que la estructura amateur va a continuar porque es lo más importante para nosotros.

- ¿Y cómo van a trabajar con los jugadores de elite?

- Tenemos que ampliar la base para poder contar con una mayor cantidad de jugadores de primer nivel. A los que están en Los Pumas, cuya mayoría juegan en Europa, debemos darle una gran importancia. Igual con los que están en nuestro país. Por eso vamos a continuar con el sistema del Pladar y se va a trabajar con un buen plantel de jugadores, ya que se va a duplicar la competencia. Por ejemplo, a la Vodacom Cup de Sudáfrica se va a ir a participar con un equipo en desarrollo (Pampas), como se hizo hasta ahora. Lo mismo sucederá con la National Cup. En el Cuatro Naciones y en la ventana (para amistosos) de junio jugarán Los Pumas, mientras que en la American Cup lo hará una base del seleccionado Pampas con otros jugadores que están en Europa y que no tienen continuidad con Los Pumas. Se tiene que seguir trabajando y mejorando la calidad y el nivel de los jugadores. La estructura va a tener que estar trabajando durante todo el año.

- La propuesta de ser sede en el Mundial de 2023, como lo anticipó Agustín Pichot ¿es una realidad?

- Diría que es un gran anhelo, tanto de Agustín como nuestro. Supongo que también debería ser de todos los argentinos, o ¿no? Se está trabajando en eso, pero tenemos en claro que para poder concretar ese desafío tenemos que tener el respaldo del gobierno nacional. Por ahora es sólo una expresión de deseo, pero es válida soñar. ¿Por qué no? Diría.

- En diciembre termina su mandato en la UAR ¿Quiere continuar?

- Me gustaría, sí, claro. Todavía quedan muchas cosas por hacer y será un gran y lindo desafío poder trabajar con este cambio que se viene. Si las uniones desean que siga, lo haré. Y si no es así, seguiré apoyando al rugby argentino desde donde me toque estar. Queda mucho por hacer.