Por Miguel Velardez
26 Septiembre 2011
De niño vivía sobre la calle La Madrid, frente al palacio de Tribunales. Todavía recuerda que hasta los cinco años solía andar en bicicleta por la plaza Yrigoyen. Afirma que puede reconocer el aroma de las empanadas a la distancia, porque lo lleva en su ADN, y admite que a esta altura de su carrera artística, a veces, sube a un taxi pero no le quieren cobrar el viaje.
Se llama Norberto Gurvich, aunque todo el mundo lo reconoce por el seudónimo: Paz Martínez. Nació en Villa 9 de Julio y a los pocos meses, sus padres, Fortuna y David, decidieron mudarse a una casona frente a Tribunales, donde vivió los primeros años de su infancia y sus primeras anécdotas. "Andaba en bicicleta por los senderos de la plaza Yrigoyen -dice-, daba vueltas hasta que llegué a un árbol seco en el que pude ver un nido de abejas. Alguien había hecho fuego debajo del árbol y sólo quedaban las cenizas. Entonces tuve la mala ocurrencia de agarrar un puñado de cenizas y tirarle al nido. No me dieron tiempo de nada. Millones de bichitos me dejaron hinchado como muñeco de Michelin. Mi vieja me llevó al fondo de la casa, mojó la tierra y me puso barro en la cara, en las manos, en todos lados... Con el tiempo aprendí lo que hizo mi vieja, porque al secarse el barro me sacaba el veneno. Ahora te ponen antihistamínicos -explica sonriente-, pero prefiero el remedio casero del barro en la cara".
-¿Cómo nació el gusto por la música?
-Todo el tiempo mi papá me llevaba a escuchar a la banda de música en la plaza. Era muy inquieto. Mi madre decía ?muchacho chico, lío grande?. Cuando escuchaba música me quedaba atento. La música me ha acompañado desde chico. Tuve la fortuna de que mi mamá cantaba maravillosamente bien. Mi papá era un judío amoroso y simpático, una persona muy culta, que ha sembrado la música en mí, pero las condiciones vienen de mi mamá. En mi casa, cuando ella no cantaba era porque había algún problema o porque mi viejo se había jugado el sueldo a los caballos. Si mi mamá cantaba estaba todo bien. El problema era cuando no cantaba. Otra señal de alarma era que si no me decía ?Tuchito?, ?Tucho? o ?Betito?, y me decía Norberto, yo sabía que era para el escobazo. De todas maneras tuve una infancia y una adolescencia felices.
-¿Se siente más cómodo como cantante o compositor?
-No es una cuestión de falsa modestia, pero todos los días estoy tratando de escribir mi mejor canción y eso siempre me mantiene con pilas para ir para adelante. Es un desafío de todos los días.
-¿Cómo sabe que una canción ya está terminada?
-Empiezo a revisar la música, nota por nota, y la letra, coma por coma. Soy obsesivo y cuando la dejo es porque ya di todo y me siento muy feliz. Me encanta encontrarme con la hoja en blanco. Todos los días intento, pero no siempre puedo. A veces necesito un incentivo, como que me llame un artista reconocido o me pidan música para una telenovela. Estoy orgulloso de lo que hago. Y tengo otro motivo: soy abuelo de Tomás, el hijo de mi hijo, Mariano, y de su mujer, Soledad. Soy abuelo por primera vez.
-¿Escribirá una canción para su nieto?
-Estoy tratando de que no sea así, porque Mariano compone fantástico y quiero que él tenga la prioridad. Él es el papá. Me guardo y me muerdo, porque hay muchas canciones mías que la gente no conoce y que fueron escritas para mis seres amados, incluidos los amigos, y que no tienen nada que ver con el "estilo Paz Martínez" y que en muy contadas ocasiones puedo cantarlas para ellos.
-¿Cómo enfrenta un momento en que no fluyen las letras?
-Curiosamente hay un momento en que no me sale nada. Esa etapa se da entre diciembre y marzo. Es como que mis ganas se toman un descanso durante las vacaciones, que a decir verdad nunca son vacaciones, pero por lo general en esa época no escribo. Mi mujer dice que probablemente esté cargando energías. Puede ser, porque aprovecho para estar con mi familia, mis amigos.
- ¿Tiene alguna manía a la hora de componer una canción?
- Necesito estar solo y meterme en situación. Esto es como un actor, que para representar a alguien se tiene que meter dentro de la piel del personaje. Cuando escribo una canción en la que cuento un adiós o una separación, estoy dentro de esa situación, viviendo y sintiendo lo que puede sentir alguien frente a este tipo de situación. Tengo que meterme dentro del personaje, aunque yo no haya vivido esa historia. Mis canciones son todas muy visuales. Son descriptivas. Es mi modo de escribir.
Un abrazo para su tierra
Paz Martínez es autor de muchos éxitos que grabaron figuras tan variadas como Madonna, Armando Manzanero, Paul Anka, Rodrigo y Los Nocheros, entre tantos otros. Con algunos de ellos ha sabido cultivar un fuerte vínculo de amigos. "Tuve el privilegio de sentirme halagado y de tener la amistad de Manzanero -resalta- y eso es un premio que me ha dado la vida".
- ¿Con cuál artista disfrutó más su trabajo de compositor?
- La alegría más grande fue haber escrito una canción para Mercedes Sosa. Ella, siendo una artista formidable, tuvo la grandeza de pedirme que le escribiera una canción. Para mí fue un desafío, porque ella tenía una clara tendencia política y yo no me caracterizo por eso. Sólo escribo canciones que tienen que ver con el amor. ¿Cómo hago para escribir una canción de amor para una artista como ella?, me preguntaba. Debía elegir muy bien el vocabulario. Le envié mi canción ("Agua, fuego, tierra y viento") con un ramo de rosas, como corresponde. A los 15 días, Mercedes me llamó y me dijo que estaba ensayando la canción en su casa con el pianista y el guitarrista, preguntando si yo tenía tiempo para pasar por su casa para ver si estaba cantando bien la canción. Que me diga eso Mercedes Sosa... casi me muero. Además me dio una lección esa tarde. Me hacía acordar a Fortuna, mi vieja por la actitud maternal. Me abrazó y me dijo: acá decís en tu canción ?Cuando yo te abrazo no te abrazo sola / te abraza conmigo una eternidad?. Yo no estoy pensando en otra persona. Estoy pensando en mi patria, en Latinoamérica tan postergada. Entonces la canción tomó otra dimensión.
-¿Qué cosas extraña de Tucumán?
- Cuando llego a Tucumán tengo una conexión mágica con la tierra. Yo sé que nací ahí. Cuando salgo del país, a veces, me preguntan de dónde eres y yo digo que soy argentino y que nací en San Miguel de Tucumán. Digo esto porque algunos tratan de evitar decir que son argentinos. Es que en algunos países tenemos muy mala fama.
-¿Por qué su familia decidió vivir en Buenos Aires?
- Mi mamá era tucumana y mi papá, porteño. Mi relación con Tucumán fue por mi mamá, que hasta el día en que la perdí, a sus 82 años, era una tucumana hablando cerradísima. En mi infancia mi papá quiso volver a Buenos Aires, y así se hizo. Pero al llegar a Tucumán, me bajo del avión y digo ?aquí nací yo?.
Se llama Norberto Gurvich, aunque todo el mundo lo reconoce por el seudónimo: Paz Martínez. Nació en Villa 9 de Julio y a los pocos meses, sus padres, Fortuna y David, decidieron mudarse a una casona frente a Tribunales, donde vivió los primeros años de su infancia y sus primeras anécdotas. "Andaba en bicicleta por los senderos de la plaza Yrigoyen -dice-, daba vueltas hasta que llegué a un árbol seco en el que pude ver un nido de abejas. Alguien había hecho fuego debajo del árbol y sólo quedaban las cenizas. Entonces tuve la mala ocurrencia de agarrar un puñado de cenizas y tirarle al nido. No me dieron tiempo de nada. Millones de bichitos me dejaron hinchado como muñeco de Michelin. Mi vieja me llevó al fondo de la casa, mojó la tierra y me puso barro en la cara, en las manos, en todos lados... Con el tiempo aprendí lo que hizo mi vieja, porque al secarse el barro me sacaba el veneno. Ahora te ponen antihistamínicos -explica sonriente-, pero prefiero el remedio casero del barro en la cara".
-¿Cómo nació el gusto por la música?
-Todo el tiempo mi papá me llevaba a escuchar a la banda de música en la plaza. Era muy inquieto. Mi madre decía ?muchacho chico, lío grande?. Cuando escuchaba música me quedaba atento. La música me ha acompañado desde chico. Tuve la fortuna de que mi mamá cantaba maravillosamente bien. Mi papá era un judío amoroso y simpático, una persona muy culta, que ha sembrado la música en mí, pero las condiciones vienen de mi mamá. En mi casa, cuando ella no cantaba era porque había algún problema o porque mi viejo se había jugado el sueldo a los caballos. Si mi mamá cantaba estaba todo bien. El problema era cuando no cantaba. Otra señal de alarma era que si no me decía ?Tuchito?, ?Tucho? o ?Betito?, y me decía Norberto, yo sabía que era para el escobazo. De todas maneras tuve una infancia y una adolescencia felices.
-¿Se siente más cómodo como cantante o compositor?
-No es una cuestión de falsa modestia, pero todos los días estoy tratando de escribir mi mejor canción y eso siempre me mantiene con pilas para ir para adelante. Es un desafío de todos los días.
-¿Cómo sabe que una canción ya está terminada?
-Empiezo a revisar la música, nota por nota, y la letra, coma por coma. Soy obsesivo y cuando la dejo es porque ya di todo y me siento muy feliz. Me encanta encontrarme con la hoja en blanco. Todos los días intento, pero no siempre puedo. A veces necesito un incentivo, como que me llame un artista reconocido o me pidan música para una telenovela. Estoy orgulloso de lo que hago. Y tengo otro motivo: soy abuelo de Tomás, el hijo de mi hijo, Mariano, y de su mujer, Soledad. Soy abuelo por primera vez.
-¿Escribirá una canción para su nieto?
-Estoy tratando de que no sea así, porque Mariano compone fantástico y quiero que él tenga la prioridad. Él es el papá. Me guardo y me muerdo, porque hay muchas canciones mías que la gente no conoce y que fueron escritas para mis seres amados, incluidos los amigos, y que no tienen nada que ver con el "estilo Paz Martínez" y que en muy contadas ocasiones puedo cantarlas para ellos.
-¿Cómo enfrenta un momento en que no fluyen las letras?
-Curiosamente hay un momento en que no me sale nada. Esa etapa se da entre diciembre y marzo. Es como que mis ganas se toman un descanso durante las vacaciones, que a decir verdad nunca son vacaciones, pero por lo general en esa época no escribo. Mi mujer dice que probablemente esté cargando energías. Puede ser, porque aprovecho para estar con mi familia, mis amigos.
- ¿Tiene alguna manía a la hora de componer una canción?
- Necesito estar solo y meterme en situación. Esto es como un actor, que para representar a alguien se tiene que meter dentro de la piel del personaje. Cuando escribo una canción en la que cuento un adiós o una separación, estoy dentro de esa situación, viviendo y sintiendo lo que puede sentir alguien frente a este tipo de situación. Tengo que meterme dentro del personaje, aunque yo no haya vivido esa historia. Mis canciones son todas muy visuales. Son descriptivas. Es mi modo de escribir.
Un abrazo para su tierra
Paz Martínez es autor de muchos éxitos que grabaron figuras tan variadas como Madonna, Armando Manzanero, Paul Anka, Rodrigo y Los Nocheros, entre tantos otros. Con algunos de ellos ha sabido cultivar un fuerte vínculo de amigos. "Tuve el privilegio de sentirme halagado y de tener la amistad de Manzanero -resalta- y eso es un premio que me ha dado la vida".
- ¿Con cuál artista disfrutó más su trabajo de compositor?
- La alegría más grande fue haber escrito una canción para Mercedes Sosa. Ella, siendo una artista formidable, tuvo la grandeza de pedirme que le escribiera una canción. Para mí fue un desafío, porque ella tenía una clara tendencia política y yo no me caracterizo por eso. Sólo escribo canciones que tienen que ver con el amor. ¿Cómo hago para escribir una canción de amor para una artista como ella?, me preguntaba. Debía elegir muy bien el vocabulario. Le envié mi canción ("Agua, fuego, tierra y viento") con un ramo de rosas, como corresponde. A los 15 días, Mercedes me llamó y me dijo que estaba ensayando la canción en su casa con el pianista y el guitarrista, preguntando si yo tenía tiempo para pasar por su casa para ver si estaba cantando bien la canción. Que me diga eso Mercedes Sosa... casi me muero. Además me dio una lección esa tarde. Me hacía acordar a Fortuna, mi vieja por la actitud maternal. Me abrazó y me dijo: acá decís en tu canción ?Cuando yo te abrazo no te abrazo sola / te abraza conmigo una eternidad?. Yo no estoy pensando en otra persona. Estoy pensando en mi patria, en Latinoamérica tan postergada. Entonces la canción tomó otra dimensión.
-¿Qué cosas extraña de Tucumán?
- Cuando llego a Tucumán tengo una conexión mágica con la tierra. Yo sé que nací ahí. Cuando salgo del país, a veces, me preguntan de dónde eres y yo digo que soy argentino y que nací en San Miguel de Tucumán. Digo esto porque algunos tratan de evitar decir que son argentinos. Es que en algunos países tenemos muy mala fama.
-¿Por qué su familia decidió vivir en Buenos Aires?
- Mi mamá era tucumana y mi papá, porteño. Mi relación con Tucumán fue por mi mamá, que hasta el día en que la perdí, a sus 82 años, era una tucumana hablando cerradísima. En mi infancia mi papá quiso volver a Buenos Aires, y así se hizo. Pero al llegar a Tucumán, me bajo del avión y digo ?aquí nací yo?.
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