Retro y Vintage: la moda en pretérito perfecto

El lookretro y el vintage fueron durante mucho tiempo una excentricidad, algo para los artistas, los raros, los hippies. Hace unos 10 años una serie de televisión (sí, esa, la de las cuatro amigas, las que hicieron de la moda un show) llevaron el vintage a todos los rincones donde había un fashionista. Lo hicieron bien, mostrando que debe ser una referencia, un guiño a otra época y no (¡por nada del mundo!) un disfraz. Ahí está el secreto: saber cuánto es suficiente.

Las décadas en la moda se turnan cada 20 años para volver a las pasarelas. Al menos eso se supone. Algunos opinan que tiene que ver con el ciclo de una generación (18 años se necesitan para superar el complejo edípico). Otros creen que los diseñadores vuelven periódicamente a viejas recetas y es mejor no hacerlo con mucha frecuencia.

Usar vintage (la mejor manera de hacerlo es de a una prenda a la vez, mezclada con algo moderno, casual, nada demasiado armado) requiere saber comprar y una gran dosis de suerte. Hay que encontrar esa prenda icónica y llevarla con elegancia.

Vestirse retro puede ser más divertido, es jugar a ser alguien más. El look suele ser más completo, como si uno fuera un personaje. La atención al detalle es importante y también entender el cuerpo. Los años 50 son ideales para las mujeres con curvas (grandes escotes, cinturas altas, caderas marcadas, faldas hasta la rodilla). Los 60, con sus aires futuristas, le sientan bien a los cuerpos estilizados y los 70 se destacan por su psicodelia cromática y siluetas más naturales.