Asombrosos tesoros habitan los añejos anaqueles

Asombrosos tesoros habitan los añejos anaqueles

La centenaria biblioteca Alberdi conserva algunos de los más valiosos legados bibliográficos de la provincia. Entre ellos se encuentran un manuscrito de las "Cartas persianas" de Montesquieu, un facsímil del Quijote de la Mancha original y un álbum con textos y dibujos de Juan Bautista Alberdi. El olvido de un patrimonio único que sufre la falta de presupuesto.

INSPIRADOR. El busto de Alberdi preside la sala de lectura. Al lado, el flamante espacio para la biblioteca infantil. INSPIRADOR. El busto de Alberdi preside la sala de lectura. Al lado, el flamante espacio para la biblioteca infantil.
23 Mayo 2011
A los 32 años, el ilustrado Charles Louis de Secondat, barón de Montesquieu, escribió "Cartas persas" (más conocida como "Cartas persianas"), obra en la que criticó con gran ironía las libertades y privilegios que disfrutaban las clases altas en la segunda década del 1700, incluido el clero. Es en este libro donde se esbozan las ideas que más tarde Montesquieu plasmará en su obra cumbre, "El espíritu de las leyes" (1748). Aunque parezca increíble, un manuscrito de este libro traducido al español antiguo y fechado en 1796 es uno de los asombrosos tesoros que alberga la biblioteca Alberdi, ubicada en 9 de Julio al 100.

Creada en 1903, la biblioteca ha sufrido durante años el sistemático saqueo de su patrimonio literario. Hoy, con un presupuesto escaso, la institución sobrevive como puede gracias al trabajo de un puñado de dirigentes que intentan resguardar de la aniquilación esos pocos tesoros que aún habitan en los añosos anaqueles.

Entre ellos se encuentra un álbum manuscrito por Juan Bautista Alberdi que data de 1843 y que fue donado por Nicanor Colombres. El ejemplar, encuadernado en cuero color verde azulado, contiene algunas curiosas anotaciones del prócer. Como por ejemplo la que describe los detalles del sable del general José de San Martín, que Alberdi tuvo en sus manos y que, incluso, se animó a dibujar con trazos firmes realizados con una barra de carbonilla. El ejemplar es una especie de diario, con ideas y pensamientos inéditos y que muestran detalles de la compleja personalidad del autor de "Las Bases".

También se resguarda una carta que Alberdi le escribió de su puño y letra a su sobrino Guillermo Aráoz, fechada en 1877, en la que el prócer lo felicita por su reciente paternidad. "Tanto el álbum como esta carta (bastante deteriorada por cierto), están resguardadas en una oficina y no las prestamos al público porque sus páginas son demasiado frágiles", señaló Pedro Miguel Ruarte, presidente de la Biblioteca Alberdi. No obstante, LA GACETA pudo acceder a ellos para realizar la producción fotográfica.

La Biblia y el caballero

En los anaqueles atestados de publicaciones (nadie en realidad sabe a ciencia cierta la cantidad exacta de libros, porque recién ahora se está haciendo una catalogación sistemática), conviven la historia, la literatura, las ciencias, las revistas y los diarios. Hay, según los dirigentes de la institución, unos 40.000 tomos clasificados y otros 10.000 sin clasificar. "Aquí se puede encontrar de todo. Podría decirse que es como una pequeña Biblioteca de Alejandría. Hay desde libros antiquísimos hasta modernos manuales escolares", explicó Ruarte.

Pero, sin lugar a dudas, una de las joyas de la casa es una enorme Biblia editada en 1873 en cuatro volúmenes y con ilustraciones del grabador francés Gustave Doré. Encuadernado en cuero, el ejemplar fue traducido de la vulgata latina al español antiguo por Félix Torres Amat. En su primera página puede leerse la siguiente inscripción: "esta traducción fue realizada aclarando el sentido de algunos lugares con la luz que dan los textos originales en hebreo y griego". Los ejemplares están resguardados también en una oficina a la que sólo tienen acceso los dirigentes de la biblioteca. "No es el lugar ideal, pero al menos no están expuestos", apuntó Ruarte.

Otro libro que causa asombro es una edición facsímil (una reproducción perfecta del original de 1615) de "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha", de Miguel de Cervantes Saavedra. El ejemplar fue impreso a fines del siglo XVII y se encuentra en español antiguo. Un valioso testimonio para redescubrir y disfrutar de las clásicas andanzas del caballero de la triste figura en su idioma original.

Diarios del ayer

Pero la biblioteca Alberdi no sólo posee tesoros literarios de otras latitudes; también hay valiosos ejemplares que dan testimonio de la historia tucumana. Uno de ellos es el libro "Provincia de Tucumán", de Arsenio Granillo, que contiene una serie de artículos descriptivos y noticiosos sobre la provincia. La publicación fue encargada por el gobernador Federico Helguera y fue editada en 1872 en una lujosa encuadernación.

Igualmente valiosa es la colección de 40 tomos de diarios tucumanos que datan del siglo XIX. Se trata de ejemplares únicos en todo el país que, dada su importancia, ingresaron en un programa de conservación y digitalización. "No existe algo similar en ningún museo o biblioteca del país. Por eso, el valor de la colección es incalculable", declaró Ruarte.

Los tomos, constituidos por ejemplares de los diarios "El Orden" y "El Norte Argentino" publicados entre 1860 y 1910 (antes de la aparición de LA GACETA), están resguardados del público en una oficina cerrada. "No podemos prestarlos porque el papel se rompe con sólo levantar la página. Por eso, y considerando que representan un valioso testimonio de una época de nuestra provincia, es que se está realizando todas las gestiones para comenzar con la microfilmación de los ejemplares", agregó el directivo.

Ruarte señaló también que la institución no recibe subsidios del Gobierno y, por eso, se hace difícil conservar como se debe semejante patrimonio. "La biblioteca se sostiene por la buena voluntad de un grupo de personas que hace malabarismos con los pocos pesos que reciben por mes", reveló.

Valioso patrimonio
El patrimonio bibliográfico de la biblioteca Alberdi creció gracias a importantes donaciones de ilustres tucumanos. Muchos de ellos legaron sus bibliotecas completas para que la sociedad tucumana acceda a sus libros. La colección de diarios del siglo XIX, por   ejemplo, es un fiel ejemplo. Conformada por diarios de tirada corta, la colección encierra en sus páginas la expresión de grupos políticos y culturales de aquellos tumultuosos años. El Álbum General de la Provincia, publicado en 1916 en oportunidad de celebrarse el Centenario de la Independencia, también da testimonio de una época que marcó a fuego a la provincia. Pero, además de una enorme cantidad de libros antiguos (varios manuscritos incunables), la biblioteca recibe donaciones de recientes ediciones, sobre todo vinculadas con el ámbito escolar. Manuales, enciclopedias, antologías de cuentos clásicos, diccionarios y libros de poemas suelen llegar todos los años a la institución. "Sería bueno que la gente conozca esto y sepa que pueden consultarlos en cualquier momento", señaló Pedro Ruarte.

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