19 Enero 2011
AIRE FESTIVO. En Mar del Plata, los 'after beach' se disfrutan a pleno en la arena. Sombrillas coloridas, música, famosos y desfiles hasta el atardecer. DYN
Las playas argentinas son un hervidero de gente. En chancletas, traje de baño y musculosas, los veraneantes se rinden en la oscura arena, plantan la sombrilla y se broncean bajo el sol lacerente con un sólo objetivo: descansar.
Más de 518.000 turistas visitaron durante la primera quincena de enero las localidades del Partido de la Costa, según informó la Secretaría de Turismo de la comuna. La repartición también destacó que son 27.000 personas más que en el mismo lapso de 2010, lo que implica un aumento del 5%.
Muchas familias tucumanas son parte de este porcentaje. Algunas encuentran en San Bernardo la paz que no encuentran en la provincia. "Todos los días estamos en la playa. Hay gente muy loca acá. Vi que se toma mucha cerveza helada. Siempre que salgo a bailar con mis primas vemos un grupito de chicos que usan peinados afros y anteojos luminosos. Cuando cierra el boliche, no hay chicos vomitando en la vereda como en Tucumán, pero todos están ?alegres?", asegura Nazareth Ganim, de 19 años, que viajó con su familia.
Cerveza por agua
Mar del Plata suele ser otro de los destinos preferidos por los tucumanos, en particular los más jóvenes. Y los motivos sobran. "Vacaciono con mi familia y con mis amigos; se pueden complementar las dos modalidades. Me levanto todos los días a las 13, me pongo las chancletas y me voy a comprar facturas y churros. Más tarde, si alguien está de buen humor prepara el almuerzo", cuenta Joaquín Cabrera Aráoz, que eligió ?La Feliz? para despejarse.
"A las noche tratamos de conseguir descuentos para los boliches en la peatonal. ?De tal lugar sale una traffic?, te dicen y te vas a bailar. La ciudad está llena, hay muchos jóvenes y descontrol como en todos lados. Los boliches no tienen horarios para cerrar y desconozco cuál es la bebida del verano porque yo tomo de todo. Eso si: acá la cerveza es como el agua. Los chicos buscan tragos fuertes para enfiestarse. Lo bueno de ?Mardel? es que podés salir a la calle sucio, despeinado, en chancletas, incluso podés ver ancianas en sunga; es un ?vale todo? y el clima, espectacular, lo amerita", añade el tucumano.
A la hora de viajar, numerosos grupos de amigos priorizan en el equipaje las botellas de cerveza, la caja de Fernet y las latitas de bebidas energizantes. Todo sea para abaratar costos. "Compramos en Tucumán la cerveza que íbamos a tomar en las vacaciones, de esa manera te ahorrás mucha plata. Acá todo es más caro", explica Mariano Giampolli, de 23 años.
El joven viajó con 15 amigos, y todos decidieron hospedarse en la casa que alquilaron. "Estuvimos de joda los 15 días. Lo más divertido son los after beach; es decir, fiestas en la playa con música, muchos famosos y el desfile de las chicas Reef. Somos muchísimos en una sola casa pero estamos cómodos. Hay mucha gente, demasiadas minas para mis amigos, por suerte. Yo estoy de novio", relata.
Control de alcoholemia
Agustina Baino, de 23 años, también viajó con sus amigas de toda la vida. Seis chicas que se llevan bien aseguran una aventura de verano para el recuerdo. "Acá pasa algo que en Tucumán debería implementarse. Dentro de los boliches te podés hacer tu propio control de alcoholemia por $1. Aunque en realidad muchos se hacen el análisis para divertirse", especifica.
Más de 518.000 turistas visitaron durante la primera quincena de enero las localidades del Partido de la Costa, según informó la Secretaría de Turismo de la comuna. La repartición también destacó que son 27.000 personas más que en el mismo lapso de 2010, lo que implica un aumento del 5%.
Muchas familias tucumanas son parte de este porcentaje. Algunas encuentran en San Bernardo la paz que no encuentran en la provincia. "Todos los días estamos en la playa. Hay gente muy loca acá. Vi que se toma mucha cerveza helada. Siempre que salgo a bailar con mis primas vemos un grupito de chicos que usan peinados afros y anteojos luminosos. Cuando cierra el boliche, no hay chicos vomitando en la vereda como en Tucumán, pero todos están ?alegres?", asegura Nazareth Ganim, de 19 años, que viajó con su familia.
Cerveza por agua
Mar del Plata suele ser otro de los destinos preferidos por los tucumanos, en particular los más jóvenes. Y los motivos sobran. "Vacaciono con mi familia y con mis amigos; se pueden complementar las dos modalidades. Me levanto todos los días a las 13, me pongo las chancletas y me voy a comprar facturas y churros. Más tarde, si alguien está de buen humor prepara el almuerzo", cuenta Joaquín Cabrera Aráoz, que eligió ?La Feliz? para despejarse.
"A las noche tratamos de conseguir descuentos para los boliches en la peatonal. ?De tal lugar sale una traffic?, te dicen y te vas a bailar. La ciudad está llena, hay muchos jóvenes y descontrol como en todos lados. Los boliches no tienen horarios para cerrar y desconozco cuál es la bebida del verano porque yo tomo de todo. Eso si: acá la cerveza es como el agua. Los chicos buscan tragos fuertes para enfiestarse. Lo bueno de ?Mardel? es que podés salir a la calle sucio, despeinado, en chancletas, incluso podés ver ancianas en sunga; es un ?vale todo? y el clima, espectacular, lo amerita", añade el tucumano.
A la hora de viajar, numerosos grupos de amigos priorizan en el equipaje las botellas de cerveza, la caja de Fernet y las latitas de bebidas energizantes. Todo sea para abaratar costos. "Compramos en Tucumán la cerveza que íbamos a tomar en las vacaciones, de esa manera te ahorrás mucha plata. Acá todo es más caro", explica Mariano Giampolli, de 23 años.
El joven viajó con 15 amigos, y todos decidieron hospedarse en la casa que alquilaron. "Estuvimos de joda los 15 días. Lo más divertido son los after beach; es decir, fiestas en la playa con música, muchos famosos y el desfile de las chicas Reef. Somos muchísimos en una sola casa pero estamos cómodos. Hay mucha gente, demasiadas minas para mis amigos, por suerte. Yo estoy de novio", relata.
Control de alcoholemia
Agustina Baino, de 23 años, también viajó con sus amigas de toda la vida. Seis chicas que se llevan bien aseguran una aventura de verano para el recuerdo. "Acá pasa algo que en Tucumán debería implementarse. Dentro de los boliches te podés hacer tu propio control de alcoholemia por $1. Aunque en realidad muchos se hacen el análisis para divertirse", especifica.
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