Un clima tenso rodea a la cumbre azucarera

El malestar delos cañeros tucumanos se hará sentir hoy en Buenos Aires, en el encuentro que mantendrá la mesa de seguimiento de las exportaciones de azúcar, que los productores integran junto con los dueños de la mayoría de los ingenios del país. El tema excluyente que se debatirá girará en torno al reciente anuncio de la industria, sobre que se deberá importar azúcar si continúa restringida la oferta del producto en el mercado interno. También se discutirá sobre los alcances de la Ley de Abastecimiento, que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, anticipó que aplicará a partir de hoy para exigir que se venda el azúcar guardado en depósitos. La situación de desabastecimiento llevó el precio del azúcar mayorista a $ 200 la bolsa de 50 kilos, y a que se perciba un déficit de paquetes de un kilo en las góndolas.

El cónclave se llevará a cabo a partir de las 13.30, en la sede del Centro Azucarero Argentino (CAA), en Buenos Aires. Participarán referentes de la entidad anfitriona, del Centro Azucarero Regional de Tucumán (CART), de la Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT) y del Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán (Cactu). No fueron invitados la Unión Cañeros del Sur (UCS) ni Cañeros Unidos del Este (CUE).

Las expectativas sobre el encuentro son variadas. Los cañeros que participan de la mesa azucarera están muy molestos porque la decisión de importar azúcar no surgió del consenso de las partes de la entidad, sino de una iniciativa unilateral de los propietarios de los ingenios. Los industriales, en cambio confían en que el problema que aqueja a la actividad azucarera se va a resolver. "Primará la cordura", anticipó un dirigente industrial conciliador. Entre tanto, el industrial Jorge Rocchia Ferro justificó la preocupación del Gobierno nacional. "Tenemos que abstraernos del tema Moreno y ver cuál es la realidad: el país no está abastecido y la preocupación de Moreno es que el país esté abastecido", dijo e empresario, en diálogo con la prensa.

Por su parte, el presidente de UCIT, Sergio Fara, recalcó que los cañeros chicos "vamos a seguir con la mesa, porque entendemos que lo peor que puede pasar es que se corte el diálogo". Adelantó, sin embargo, que exigirán que los industriales cumplan lo pactado, en cuanto a la devolución del azúcar retenido y no exportado, y al pago de diferencias de valores de exportación. "No aceptaremos que suceda lo que ocurrió en 2009, cuando algunos ingenios pospusieron para el año siguiente el pago de las diferencias. También vamos con la postura firme de que bajo ningún punto de vista la decisión de importar azúcar ha sido compartida en la mesa, sino que fue una decisión netamente industrial", subrayó.

Pese a las diferencias con los dueños de ingenios, Fara defendió lo actuado por la mesa azucarera. "El sacrificio que se hizo dio resultados bastante buenos,. No sé si los que no exportaron estarían cobrando $ 180 o $ 200 por su azúcar si no se hubiera trabajado con una planificación", apuntó. Más duro con la mesa azucarera fue el presidente de Cactu, Otto Gramajo. "Vamos a expresar nuestra molestia, y a plantear la necesidad de una nueva mesa, porque de esta forma no sirve, porque se toman decisiones unilaterales, con una posición dominante que se hace sentir", remarcó. "Queremos tener participación activa, con la misma fuerza que los industriales", agregó.

Tanto Gramajo como Fara coincidieron en que no los inquieta la amenaza de Moreno de aplicar la Ley de Abastecimiento. "En nuestro caso, incluso la hubiéramos pedido para que se inspeccionen los depósitos de azúcar. Nos parece bien la Ley de Abastecimiento", sentenció el presidente de UCIT.