Las múltiples caras de Nicolas Cage

Las múltiples caras de Nicolas Cage

Premiado con un Oscar y sobrino de Francis Ford Coppola, se ganó un lugar en Hollywood por mérito propio. Tras protagonizar algunos de los filmes más exitosos de la última década, ahora realiza su apuesta por el cine familiar con "El aprendiz de brujo".

17 Julio 2010
Hubiera podido triunfar en Hollywood con sólo mencionar al nombre de su tío, Francis Ford Coppola. Pero su objetivo era llegar a lo más alto por mérito propio. Por eso se cambió el apellido y comenzó a actuar en papeles secundarios que lo catapultaron rápidamente a la fama. Su ascenso fue meteórico. Con un Oscar en su haber, fruto de su rol protagónico en "Adiós a Las Vegas", Nicolas Cage es hoy uno de los actores más respetados de su generación.
Hijo de un profesor de literatura y de una bailarina y coreógrafa, puede que lo que más influyó en Nicolas Coppola a la hora de dedicarse al cine fue ser sobrino del prestigioso director de "El padrino". Aun así, el chico decidió cambiar su apellido por el de Cage para evitar que la fama de su tío marcara su carrera. Se inició como actor teatral en sus tiempos de estudiante en Beverly Hills.
Su tío le proporcionó un trabajo dando la réplica a los actores que se presentaban al casting de "La ley de la calle" (1983), y finalmente se ganó un papel en la película. Cage pasó el resto de la década encarnando a personajes curiosos o de dudosa reputación, entre ellos en dos nuevas colaboraciones con su tío: "The Cotton Club" y "Peggy Sue, su pasado la espera".
En 1987 llegaron dos papeles que consolidarían su carrera: el del ladrón de buen corazón de "Educando a Arizona" y el de novio de Cher en "Hechizo de luna", por el que obtuvo una nominación al Globo de Oro y una legión de admiradoras. Aquí comenzaron a manifestarse las múltiples caras de Cage.
En los 90, interpretó papeles tan diversos como el violento ex convicto de "Corazón salvaje", de David Lynch, o el alcohólico moribundo de la aclamada "Adiós a Las Vegas", de Mike Figgis. Por este último trabajo se llevó el Oscar al mejor actor en 1996 y entró en el ranking de los intérpretes más importantes de Hollywood. "Este premio es un escalón, no una meta", recalcó cuando recibió la estatuilla.
Tras el Oscar trabajó en varios filmes de gran presupuesto como "La roca", "Con Air" o "Contracara". Luego, alternó filmes de acción ("60 segundos") con películas románticas como "Ciudad de ángeles" o "La mandolina del capitán Corelli". En 2003 protagonizó la aclamada película de Ridley Scott "Los impostores" y desde entonces se convirtió en un presentador de televisión cuya vida se desmorona ("El hombre del tiempo"), en un traficante de armas con problemas de conciencia ("El señor de la guerra"), en hormiga (le prestó su voz a Zoc, en "Ant bully") y en un bombero valiente ("Torres gemelas").
Sin embargo, es su asociación con el productor Jerry Bruckheimer la que le ha dado el último impulso a su carrera. Con él filmó "La leyenda del tesoro" y "La leyenda del tesoro: el libro de los secretos", que batieron récords de taquilla en todo el mundo. Su última colaboración, "El aprendiz de brujo", acaba de estrenarse en Tucumán y ratifica el cambio de rumbo que Cage quiso imprimirle a su carrera. "Adoro las películas de aventuras para la familia", explicó.
En los últimos meses su carrera fue sacudida por sus crecientes problemas financieros. El propio actor reconoció recientemente que está en bancarrota y culpó de la situación a su asesor. Cage le debe al fisco 6,3 millones de dólares y muchos aseguran que ello puede costarle la cárcel. Sin embargo, esta contingencia no parece afectarlo demasiado, ya que el anunció que seguirá trabajando como siempre.



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