Una píldora con microchip envía señales una vez que se la ingiere

Una píldora con microchip envía señales una vez que se la ingiere

Científicos usan material biocompatible.

26 Mayo 2010
Gracias al avance de la medicina, muchos problemas crónicos de salud se han vuelto controlables. Así ocurre con la presión arterial, que puede regularse con una medicación adecuada, o incluso con el sida, ya que mediante las actuales combinaciones de fármacos conocidas como cóctel antiviral se puede evitar la replicación viral en pacientes infectados con VIH.

La contracara de este avance es que para que las medicaciones surtan efecto deben ser tomadas de por vida y en los tiempos correspondientes. Y no faltan los pacientes olvidadizos o que no tienen la constancia ni el orden suficiente para ingerir la medicación en tiempo y forma. Desde hace tiempo los médicos están tratando de encontrar una solución a la falta de adherencia a los tratamientos, un tema nada menor.

No respetan la indicación
La Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) dice que al tratarse las enfermedades el principal problema es que el paciente no siga las indicaciones del médico. Los estudios han develado, por ejemplo, que los pacientes que sufren males crónicos toman habitualmente cerca de la mitad de los fármacos que les han recetado.

Según esa misma asociación, el 10% de las admisiones en los hospitales se debe a pacientes que no tomaron como debían el remedio que les habían recetado.

El cumplimiento escrupuloso de las tomas de medicamentos es también un gran problema para los ensayos clínicos en los que se ponen a prueba nuevos fármacos. "No tomar las medicinas experimentales en forma apropiada distorsiona los resultados de los estudios o los hace inservibles", advierte la entidad. Como consecuencia, los investigadores necesitan a menudo confirmar visualmente que los participantes se tomen las píldoras, una cuestión extremadamente cara si en los ensayos participan cientos o miles de personas, como es frecuente.

Ingenioso dispositivo
Tal problema podría ahora resolverse si se logra implementar un reciente desarrollo de investigadores estadounidenses. El ingenioso dispositivo ha sido diseñado por el equipo de Rizwan Bashirullah, Hong Yu y Chris Batich de la Universidad de Florida, y Neil Euliano de la empresa Convergent Engineering de Gainesville, Florida.

Se trata del prototipo de una cápsula estándar a la que le han agregado un pequeñísimo dispositivo totalmente digerible. Con ese dispositivo el prototipo envía una alerta cuando una persona ingiere la cápsula. El objetivo es que constituya el primer paso para la producción masiva de píldoras que informen al personal de salud o a los familiares de los pacientes el momento en que estos ingieren la cápsula, lo que sería el modo más seguro de supervisar si un paciente toma sus medicamentos.

El dispositivo consta de dos partes: una cápsula estándar cubierta con una etiqueta con líneas de plata en relieve que forman una antena, y un diminuto microchip. Las líneas están hechas con una tinta de nanopartículas de plata que no son tóxicas.

Cuando un paciente toma la píldora, esta se comunica con el segundo elemento importante del sistema: un pequeño dispositivo electrónico que lleva el paciente (en el futuro se pondrá en su reloj o en su teléfono celular). Este dispositivo envía una señal a un teléfono celular o a una PC para indicar que la cápsula ha sido ingerida.

Los científicos aclaran que la píldora no necesita baterías porque el dispositivo obtiene energía a través de imperceptibles explosiones de electricidad de bajo voltaje. Esas explosiones alimentan el microchip para enviar las señales mediante la antena. Luego, el ácido del estómago disuelve la antena -que es biocompatible-, y el pequeñísimo microchip pasa a través del tracto gastrointestinal sin crear ningún tipo de problema.

Primeras pruebas
Los investigadores ya probaron la píldora en modelos humanos artificiales y en cadáveres. Con los ensayos comprobaron que los rastros de plata que retiene el cuerpo son mucho menores de los que una persona recibe habitualmente del agua que bebe.

Sus creadores usarán la tecnología para obtener píldoras cada vez más baratas y eficaces. Las cápsulas con aviso de ingestión serán de gran ayuda para los pacientes que olvidan, se rehusan a tomar sus medicinas o se equivocan al hacerlo. Los científicos esperan reducir algunos problemas de salud y las internaciones causadas por no tomar los remedios del modo indicado.

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