14 Mayo 2010
EL PUNTO DE ENCUENTRO. Cuando se hacen la yuta, los chicos se juntan en la plaza Independencia. ARCHIVO LA GACETA/JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
De Facebook saltó a los almuerzos familiares. La "yuteada" nacional organizada por jóvenes mendocinos no pasó inadvertida en Tucumán y se ha convertido en un tema de debate entre estudiantes, padres y docentes. La inminencia del faltazo, programado para el viernes 28, multiplicó sus repercusiones.
Las opiniones de los jóvenes están divididas entre quienes sostienen que la iniciativa es una oportunidad para esparcirse y los que creen que ausentarse de las escuelas sin permiso constituye un riesgo. Javier Muñoz forma parte del primero de esos grupos: "yo voy a participar porque pienso que muchos se van a hacer la yuta ese día y no voy a estar solo en la clase".
Según el adolescente, el único aspecto malo de la convocatoria es que se haya realizado por una red social tan difundida, de modo que el asunto llegó a los medios. "A los padres no les va a gustar, por supuesto, pero ellos también fueron adolescentes y seguro hicieron lo mismo. Yo lo voy a hacer porque quiero pasarla bien con mis amigos", señaló Facundo Ponce.
Su compañero José María Funes coincidió con él. "Es algo que se sabe que está mal. De hecho, yo nunca me rateé, pero si no me prendo, mis amigos me matan. Me parece que Tucumán va a superar a Mendoza en esto: un 95 % de los estudiantes seguro participa", calculó.
No todos piensan así, sin embargo. "No me voy a prender porque en la escuela nos dijeron que, cuando faltamos, el seguro no nos cubre y podría ser peligroso. Aparte creemos que corresponde organizar algo productivo y esto no lo es; de hecho, se creó otro grupo en Facebook que integran las personas que estamos en contra de la rateada", señaló otra joven.
La docente Susana Vélez también compartió su opinión con LA GACETA. "Es una movida en la que tienen mucha influencia los medios de comunicación que, en realidad, deberían ser usados para el cumplimiento de proyectos estudiantiles. Esto quiebra la disciplina de los alumnos y, por eso, es necesario que los concienticemos de que se está atentando contra ellos de una manera simpática", expresó.
"Un día de clase es valioso y no todos tienen la posibilidad de acceder a él. Y, aunque es verdad que todos alguna vez nos hicimos la yuta, últimamente está tan relajados los valores que es necesario tomar actitudes de mayor responsabilidad", consideró. LA GACETA ©
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