La conoció hace cuatro meses y ayer la mató

La conoció hace cuatro meses y ayer la mató

En el interior de un monoambiente, una mujer de 53 años fue brutalmente asesinada a puñaladas por su pareja de 63.

PERICIAS. Personal de la Policía Científica y de Criminalística ingresa a la vivienda en la que se encontró en cuerpo. LA GACETA / ANTONIO FERRONI PERICIAS. Personal de la Policía Científica y de Criminalística ingresa a la vivienda en la que se encontró en cuerpo. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
23 Octubre 2008

De a poco intentaba rehacer su vida. Luego de separarse de su marido había entablado una relación con otro hombre, de quien finalmente se terminó separando. Hace cuatro meses apostó de nuevo. El era un vendedor de libros que al principio se mostró cariñoso. En su casa nunca la escucharon quejarse de malos tratos. Todo transcurría normalmente. Ayer a la madrugada la mujer fue asesinada en el departamento de su novio. Así se convirtió en la octava víctima de "feminicidios" (tal como denominan los expertos este tipo de ataques) en lo que va del año.
Juan de Dios González tiene 63 años y vive en un monoambiente ubicado en el pasaje O? Higgins 1.088, en La Ciudadela. En realidad, se trata de una casa grande donde distintas personas alquilan habitaciones. González se gana la vida vendiendo libros para una editorial y, según los vecinos, jamás había protagonizado, al menos delante de ellos, hechos de violencia.
Inés Costilla tenía 53 años y vivía en calle Chile al 2.000 con una de sus hijas. Era ama de casa. La mujer además tenía otros dos hijos, una mujer y un varón, que vivían con sus respectivas familias en otras casas.
Según explicaron allegados a la mujer, se conocieron porque tenían un amigo en común y comenzaron a verse cada vez con más asiduidad. Los hijos de ella sabían que todo iba bien, aunque recalcaron que su madre era absolutamente reservada. No les comentaba nada más de lo necesario. El martes a la noche, incluso, lo único que le dijo a su hija fue "voy a salir". Presumiblemente la pareja se encontró en el centro y luego fueron al monoambiente de él. No había forma de sospechar que se estaba por desencadenar una tragedia. "Acá nunca pasó nada grave. En su mayoría, quienes viven en la zona son gente trabajadora. Por eso, como a las 5.30 nos asustamos mucho", explicó María, una de las vecinas. A esa hora todos escucharon una mujer que gritaba: "¡Me quiere matar! ¡Auxilio, me quiere matar!". Una vecina se asomó por una ventana y quedó paralizada por el terror. Ese hombre al que todos los días veía salir de su casa con una pila de libros estaba apuñalando a una mujer desnuda. Otros vecinos llamaron a la Policía.
Cuando personal de la seccional 3a llegó tocó a la puerta, pero nadie abrió. Uno de los agentes miró por la ventana y lo primero que vio fue sangre. No dudaron más. A patadas, el subcomisario Carlos Brito abrió la puerta. En una esquina de la pequeña habitación estaba Costilla, mortalmente lesionada. Cuando miraron hacia el otro lado encontraron a González. También estaba herido y del pecho asomaba el cabo de un cuchillo. Los policías llamaron una ambulancia, pero cuando los enfermeros llegaron constataron que no podían hacer nada por la mujer. El hombre, en tanto, fue trasladado de urgencia al Hospital Padilla.

Desesperada defensa
Cuando los peritos comenzaron a trabajar llegaron a la conclusión que Costilla se había defendido con desesperación. Presentaba varias lesiones en manos y antebrazos, señal de que había intentado cubrirse de las puñaladas que le asestaba su pareja. Durante el ataque, la mujer perdió mucha sangre y falleció a raíz de una profunda incisión en el abdomen.
Personal de la División Homicidios, al mando de los comisarios Hugo Cabezas y Miguel Gómez, y de la Policía Científica, supervisado por la bioquímica Lilia Moyano, levantó muestras de sangre y de cabellos en el lugar.
En el hospital, los médicos operaron a González para extraerle el arma que tenía clavada en el pecho; anoche permanecía en la sala de terapia intensiva en estado grave. La Justicia ordenó que un policía lo custodie ya que está aprehendido, aunque no se sabe cuándo podrá declarar. Según se pudo comprobar, no había denuncias por malos tratos contra González, y hasta anoche los investigadores no habían encontrado ningún indicio que les permitiera dilucidar las razones del tremendo ataque.

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