Nueva York.- El pedido formulado al Congreso por el titular de la Reserva Federal, Ben Bernanke, para que apruebe un nuevo paquete fiscal para evitar que la economía caiga en una recesión prolongada, aportó hoy una fuerte dosis de optimismo en Wall Street y le permitió cerrar la rueda con subas en sus principales indicadores.En Washington, al exponer ante la Comisión de Presupuesto de Diputados, Bernanke dijo: "como la economía probablemente va a estar débil durante varios trimestres, y con algún riesgo de un enlentecimiento prolongado, considerar un paquete fiscal en esta coyuntura parece lo apropiado".El planteo de Bernanke coincide con los reclamos demócratas, que promueven la aprobación de un segundo paquete para aliviar los problemas de la clase media estadounidense, propuesta que hasta el momento no encontró eco en la Casa Blanca.La vocera de la Casa Blanca, Dana Perino, dijo que el Gobierno está dispuesto a analizar la aplicación de otro paquete fiscal, pero primero debe analizar los detalles de la iniciativa.El anuncio del titular de la Reserva Federal se emparenta a medidas tomadas en Europa para afrontar la crisis financiera.En ese sentido, el ministro de Economía británico, Alistair Darling, anunció que aumentará el gasto público para evitar que la economía caiga en recesión.Bernanke, quien no dio detalles sobre el nuevo plan, dijo que si el Congreso procede a aprobar el paquete fiscal, debería de considerar la inclusión de medidas que ayuden el acceso al crédito a los consumidores, los compradores de casas, los empresarios y otros prestatarios.El Congreso estadounidense aprobó en febrero un paquete de devolución de impuestos por U$S 150.000 millones, que reactivó la economía durante algunas semanas de abril y mayo.Las declaraciones del presidente de la FED cayeron bien en Wall Street, que cerró al alza ante la expectativa de que los mercados de crédito comiencen a cobrar nuevamente vida.Con la economía en su peor momento desde la Gran Depresión de los años 30 y el desempleo en su pico más alto de los últimos siete años, el Gobierno estadounidense busca medidas para reactivar el país. Desde el Gobierno, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, dijo que los U$S 250.000 millones que se destinarán a la privatización parcial de bancos constituirán un rédito para los contribuyentes, ya que se beneficiarán del crecimiento de las acciones bancarias."Esto se trata de una inversión, no de un gasto, y no hay razón para creer que este programa les costará dinero a los contribuyentes", dijo Paulson durante una conferencia de prensa. Destacó que el Gobierno comprará acciones sanas de los bancos y que aspira a que de este modo la banca atraiga nuevos capitales y el dinero comience a circular de nuevo. (Reuter-AFP-NA-DPA)