Nati Pastorutti inició su carrera solista con seguridad y entrega

Nati Pastorutti inició su carrera solista con seguridad y entrega

La cantante estuvo de paso por Tucumán, y habló con LA GACETA acerca del lanzamiento de su primer disco, "Me dejo andar". Alejada del folclore, la hermana de la Sole se juega.

MADUREZ Y HUMILDAD. Nati contó en su visita a nuestro diario que siente que está iniciando una carrera. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI MADUREZ Y HUMILDAD. Nati contó en su visita a nuestro diario que siente que está iniciando una carrera. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
08 Marzo 2008
La tranquilidad de que dentro de unos años, cuando mire el camino transitado, la sensación será de satisfacción y felicidad por lo hecho, es la que marca el inicio de la carrera como solista de Natalia Pastorutti, quien lanzó su primer disco, que se llama "Me dejo andar".
La de Nati es una historia extraña. Lleva más de 10 años de carrera en la música, pero no había sacado un disco sola, y siempre había estado junto a su hermana, Soledad Pastorutti. "Es raro, lo sé, pero es lo que elegí. Tal vez porque no me sentía segura o capacitada para hacer un disco sola, pero ahora sí", confesó.
El futuro, para Nati, es importante en la medida en que le permita saber que lo que hizo en el pasado (el presente, hoy), fue con las mejores intenciones y con profesionalismo. "Trabajar sobre lo inmediato te da otra visión, es diferente... no sé cómo explicarlo, pero trato siempre de saber que estoy segura y conforme de lo que hago", contó en su visita a LA GACETA.
La madurez que muestra al hablar, deja también la puerta abierta a posibles autocríticas en el futuro. "Si cuando sea más grande miro para atrás y veo que cometí errores, voy a saber que tuve buenas intenciones, y que me equivoqué, como cualquiera", dice para sintetizar esa idea.
En el torbellino de sus palabras aceleradas pero certeras, también hay bastante humildad. Sobre todo cuando habla como si recién empezara a hacer una carrera. "Es un proyecto largo, y estoy trabajando despacito y desde abajo", comentó.
Eso se percibe también cuando sigue buscando explicaciones para no haberse lanzado antes. "Es cierto que me subí al escenario de Cosquín con Sole, a los 13 años, pero éramos inconscientes, lo hacíamos como un juego, cantar y divertirnos. Pero cuando uno va creciendo, aparecen temores e inseguridades de los que hay que ir aprendiendo para crecer y a tener más seguridad y tranquilidad", aseguró.

El sueño de la nena
Esta chica de 26 años se recibió de abogada el año pasado, y está a punto de convertirse en escribana. Y con eso cumplirá el sueño de su infancia.
"Cuando era chiquita decía que quería ser escribana. No sé por qué, no tenía idea de qué era eso y no había ningún escribano en mi familia, pero quería eso", dijo. Esa decisión, en su adolescencia, estuvo por traerla a Tucumán, donde tiene familiares. "Supe que acá era una carrera en la que no hacía falta estudiar antes Derecho, y estuve a punto de venirme a vivir con mi tío para estudiar", aseguró.
Nati recalcó, cada vez que pudo, que su primer disco no es de folclore, lo que implica que tiene que trabajar mucho más en la difusión de "Me dejo andar". "Quiero probar cosas nuevas, variar de géneros", afirmó.
Eso va en sintonía con lo que ocurre con otros jóvenes cantantes folclóricos que se fueron volcando hacia la canción melódica o el pop, como Abel Pintos o Luciano Pereyra. "Es una generación que quiere hacer cosas nuevas. El folclore es lindo, pero me gusta probar cosas distintas, evolucionar, que es lo que hace la juventud, para evitar aburrirme. Y no es que el folclore me aburra, si seguro que vuelvo a hacer algo en algún momento", puntualizó.

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