Las horas difíciles de Cristina

Las horas difíciles de Cristina

Mientras Kirchner monopoliza la actividad política desde sus oficinas en Puerto Madero, la Presidenta pierde imagen entre la gente. Moreno y Losteau se enfrentan por el Indec. Por Angel Anaya - Columnista.

01 Marzo 2008
Buenos Aires.- El jefe del Gabinete, Alberto Fernández, se esforzaba, al cierre de esta columna, para que la Universidad Torcuato Di Tella no difundiera su índice mensual de confianza en el Gobierno correspondiente a febrero, antes de que la Presidenta concurra a inaugurar hoy el período ordinario de sesiones del Congreso. La encuesta finalizó el jueves y en ella aparece una disminución del 17% en la imagen de Cristina Kirchner con relación a enero. Ese nivel está por debajo del 50% de promedio de la administración de su esposo. El dato es considerado el más negativo desde su asunción al frente del Gobierno.
Diversos factores han afectado el perfil político de CFK, pero especialmente el elevado espacio que ocupa la actividad del ex presidente en sus oficinas de Puerto Madero, calificadas ahora "Casa Rosada II" con motivo de su monopólica reorganización del Partido Justicialista. Ministros, gobernadores y empresarios "K" priorizan sus visitas a las llamadas "charlas de café", mientras en el trasfondo escénico del poder compartido aparece la confrontación del ministro de Economía, Martín Lousteau y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno por sus diferencias sobre el futuro del Indec.
El ministro ha comenzado a cansarse por esa causa, como le sucedió a su breve antecesor Miguel Peirano. Pero la Presidenta trata de preservarlo y no ha Moreno, blindado por la protección de Puerto Madero como peón de brega.

Un problema para la alcoba
El caso es que, por vez primera vez, se insinúa una diferencia sensible entre Cristina y Néstor, mientras se aguarda su mensaje al Congreso, del que no se esperan orientaciones o anuncios fundamentales que modifiquen el manejo del control remoto parlamentario.
Al menos, Lousteau consiguió postergar el lanzamiento del nuevo modelo estadístico de Moreno, pero se considera que le será muy difícil impedirlo si es la alcoba presidencial donde debe dilucidarse.
El ministro de Economía ha convencido a Cristina de que recuperar el crédito estadístico puede ser una labor bastante más prolongada si lleva a la firma de Moreno, como demuestra la caída cíclica de los bonos argentinos que se regulan por el Indec y que acaba de tener nueva manifestación al trascender algunas modalidades del futuro sistema frenado por el ministro. Moreno, que orgánicamente depende del ministro de Economía, tiene en su equipo de trabajo una cantidad muy superior de colaboradores, algunos de ellos contratados con recursos que no figuran en planillas oficiales. La variedad es considerable y le permite actuar en frentes económicos tan diversos como el agrario, el industrial o el que se le cruce en su lucha desigual por encapuchar la inflación. El interrogante, mientras la Presidenta habla en el Congreso, es cómo incluirá en su mensaje a quien mencionó en su paradójico lapsus como ministro. (De nuestra Sucursal)


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