No fue una audiencia más por el caso del crimen de Chacabuco 59. Fue el debate en el que comenzó a aclararse la causa en la que se investiga el homicidio de Laura Gabriela Picciuto (49). El ex esposo de la víctima, José Luis Fumero, no habló y de los cuatro imputados, es el único que continuará detenido en un calabozo, mientras que a los tres se les extendió la prisión preventiva, que cumplirán bajo la modalidad de arresto domiciliario.

El auxiliar Miguel Fernández, siguiendo las instrucciones del fiscal Carlos Sale, solicitó que Fumero, Alfredo Socci y Natalia Liberman sigan detenidos hasta el 11 de agosto, aunque los dos últimos bajo la modalidad de arresto domiciliario. Pese a que no pidió una prórroga de la medida cautelar para Sofía Alejandra di Cianni, sí requirió que cambiara un calabozo por una vivienda. La fecha elegida no es casual; es el día que se le vence la orden de permanecer detenido a Leonardo Salomón, el quinto acusado de homicidio.

COMPLICADO. José Luis Fumero fue ubicado cerca de Sofía Alejandra di Cianni.

El representante del Ministerio Público argumentó su solicitud señalando que aún quedaban hacer varias pericias. “Han pasado casi dos meses sin que nadie diga nada de la desaparición de la señora; es decir, se habla de una modalidad del hecho que presume un entorpecimiento y un comportamiento de los imputados de esconder el cuerpo bajo una cisterna. Lo han escondido y se han quedado todos callados”, destacó.

Fernández hizo particular énfasis en la situación de Fumero. “El imputado vendió su parte de la casa cuando no estaba definida la situación legal de ese inmueble y les dijo a los inquilinos (del local comercial), el 2 de mayo, que a Picciuto la habían declarado insana en Concepción. Ese día cambió la cerradura donde a otro sujeto le pidió una seña y que hiciera las remodelaciones que quisiera”, destacó durante la audiencia.

Silencio absoluto

Tanto Ricardo Vernal, el primer defensor de Fumero, como Daniela Escalante, la actual representante legal, habían anunciado que el acusado rompería el silencio y contaría detalles sobre las irregularidades que se habrían cometido con la venta de la casa de Chacabuco 59.

¿EL MÓVIL DEL CRIMEN? Los investigadores creen que el crimen fue motivado por la venta de la propiedad.

El primer profesional, incluso, había pedido que se investigara a la procuradora Luciana Marín de la Fuente, a su hermano Isaías Marín de la Fuente y a Walter Marchese, la persona que compró al menos la parte de la vivienda de la víctima. Pero nada de eso ocurrió.

Fumero no sólo no habló, sino que su abogada planteó otra teoría diferente. Escalante solicitó que se le dicte el cese de prisión porque habían surgido nuevas evidencias. La primera de ella fue afirmar que la Fiscalía logró confirmar que con la escritura quedó demostrado que el inmueble era un bien ganancial. “Él contrató una mediadora para avanzar con la división de bienes que no llegó a concretarse”, señaló la profesional, reconociendo que el ex marido de la mujer no estaba autorizado a venderla.

LA VÍCTIMA. Laura Gabriela Picciuto tenía 49 años.

Después, tomando una serie de mensajes que se intercambiaron Socci y Di Cianni, planteó la hipótesis de que ellos podrían haber sido los autores del crimen. “Hablan de manchas de sangre, de golpes y de una caída por la escalera”, comentó. La teoría fue rápidamente descartada en cuestión de minutos.

La defensora oficial Florencia Ciotola, que asiste a Di Cianni, señaló que su colega estaba equivocada y que esas palabras corresponden a una situación previa al hallazgo. “Se trata de un problema que hubo entre Socci, Liberman y Di Cianni que fue debidamente documentado por la Policía y por la que fue aprehendida mi defendida”, argumentó.

Juan Pablo Bello, que defiende a Socci y a Liberman junto a José María Molina y a Ernesto García Biagosch, cuestionó a su colega. “Está trayendo mala información para confundir a todos. Esos mensajes no tienen nada que ver con el homicidio, no puede desconocerlo”, insistió.

Al finalizar la audiencia, el profesional agregó: “no sólo resulta sumamente llamativo el sorpresivo cambio de defensor de Fumero, sino el cambio de estrategia defensiva”. Vernal había denunciado que el ex esposo de la víctima tenía miedo y que podría haber sido presionado para que no brindara más detalles sobre los implicados en la operación inmobiliario.

La resolución

El juez Guido Buldurini analizó cada uno de los planteos que realizaron todas las partes. Aceptó el planteo realizado por el Ministerio Público, por lo que Fumero seguirá detenido en un calabozo, mientras que Socci, Liberman y Di Cianni podrán cumplir la preventiva en sus respectivos domicilios cuando terminen de acreditar los $80.300 de caución que se les fijó. Hasta tanto se les coloque una pulsera de seguimiento, serán controlados por visitas periódicas de la Policía.

En el caso de Fumero, el juez rechazó de plano el pedido de cese de prisión realizado por su defensora. “Está demostrado en el expediente que esos mensajes eran por otra situación”, finalizó.

Polémica: una discusión por una prueba para un registro genético

Una de las polémicas  del caso quedó solucionada ayer durante la audiencia. Los imputados aceptaron que se les extraiga una muestra para que se realice un perfil genético. “Es política criminal del Ministerio Público Fiscal llevar un registro de perfiles genéticos. Es un trabajo que se realiza gracias a un acuerdo con el Ministerio de Seguridad de la Nación”, explicó el auxiliar fiscal Miguel Fernández. “Esa base de datos no es de acceso público y no tiene nada que ver con la investigación de este caso. Se los hace cuando hay personas imputadas por los delitos de homicidio y de abusos sexuales”, agregó. En principio, Alfredo Socci, Natalia Liberman y Sofía Alejandra di Cianni habían rechazado de plano que se les extrajeran muestras para que se les realicen los estudios genéticos. “Obvio que nos íbamos a oponer si no sabíamos cuáles eran los motivos de estas pruebas. Ahora que el representante del Ministerio Público explicó cuál es el destino, no tenemos problemas para que se lo haga”, señaló Ernesto García Biagosch que, junto a Juan Pablo Bello y José María Molina, defienden a Socci y Liberman. Daniela Escalante y Florencia Ciotola, los representantes legales de los otros acusados, también aceptaron, por lo que el juez Guido Buldurini terminó cerrando la polémica.

Versiones cruzadas

Alfredo Socci y Natalia Liberman dijeron que el novio de la víctima Leonardo Salomón tuvo una discusión con ella. También mencionaron a las personas vinculadas a la venta de la casa.

La nueva estrategia defensiva de José Luis Fumero, ex marido de la víctima, consiste en responsabilizar a Socci, Liberman y Sofía Alejandra di Cianni en el homicidio de Picciuto.

Salomón pidió que se investigara a la peluquera que había protagonizado una pelea con Picciuto después de que sufriera un robo en el local que le alquilaba. Esa pista ya fue descartada por los investigadores.

Di Cianni, que fue detenida con el DNI y la tarjeta de débito de Picciuto en un allanamiento en su vivienda, indicó que esos elementos llegaron en una bolsa que le llevó Liberman.

Más pericias

- Los peritos analizan los celulares de todos los imputados.

- La Fiscalía espera los resultados de los informes que dan cuenta sobre el movimiento de los imputados.

- La declaración de Leonardo Salomón que anunció que tenía más cosas para declarar.

- Los resultados de las pericias géneticas que se realizarán a las muestras que fueron recolectadas en la casa de Chacabuco 59.

- Las imágenes que podrían haber captado las cámaras de seguridad públicas y privadas de la zona donde se cometió el crimen.