Héctor Benavides Martínez, discípulo dilecto del shihan de judo (Maestro de Maestros) Hitoshi Nishisaka, integró el equipo argentino que en 1960 se clasificara Campeón Panamericano de Judo. Toda la comunidad de Artes Marciales recuerda su bonhomía, su seriedad de sensei (maestro), sus exigencias disciplinarias. Fue oficial instructor en defensa personal en la Escuela de Policía de Tucumán, e integró el Consejo Superior de la Asociación Tucumana de Artes Marciales. Su experiencia quedará para siempre en lo que saben sus alumnos: valor, disciplina y equilibrio emocional.

Omar D. Almirón

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