Tres de cada 10 trabajadores argentinos consideran el factor más valorado en el trato con su jefe es que sepa guiar y dar acompañamiento, seguido por el reconocimiento al trabajo bien hecho y ser educado y respetuoso, ambos con el 20%, según un estudio realizado por la consultora Randstad, especializada en gestión del Capital Humano.

Las elecciones de los trabajadores encuestados a la hora de destacar las características más importantes de un buen jefe se completan con: ser buen comunicador (12%); tener capacidad para motivar (9%) y, por último y no menos importante, saber escuchar (7%). El reporte también ahonda sobre la percepción que los trabajadores tienen respecto a cuáles son las competencias profesionales más importantes en un jefe o superior. Así, la capacidad de liderazgo, con el 29% de las elecciones se posicionó como la más importante, seguida por la empatía, con el 22% y la capacidad resolutiva en tercer lugar con el 18%.

Los participantes de la muestra también señalaron la importancia de otras competencias como la comunicación interpersonal (13%); visión de futuro (8%); adaptación a los cambios del negocio (6%) y habilidad para innovar (5%).

“Quienes tienen la responsabilidad de liderar y gestionar equipos, tienen que trabajar en el desarrollo de sus habilidades blandas, tomando en cuenta cómo esas habilidades inciden en sus integrantes y en la creciente necesidad y expectativa de un liderazgo más empático y humano que tienen hoy los colaboradores, especialmente en un contexto en el que las organizaciones priorizan cada vez más el bienestar y la salud emocional de sus equipos”, afirma  Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay.

La encuesta también profundiza el aspecto motivacional en la relación con jefes y superiores. Al respecto, el 21% de los trabajadores aseguró que su jefe siempre busca maneras para mantenerlo motivado en sus tareas. Por su parte, el 44% comentó que su jefe solo busca mantenerlo motivado algunas veces. Y, en el extremo opuesto, el 36% de los consultados indicó que su jefe nunca se preocupa por mantenerlo motivado en sus quehaceres diarios y esto resulta un factor de gran frustración en relación  a su trabajo.

“Hoy las personas buscan empleos con propósito, priorizan su realización personal dentro de su espacio laboral, y quieren trabajar en ambientes con buen clima. Los líderes y mandos medios tienen un impacto significativo en el clima interno y en los vínculos que se desarrollan dentro de los equipos de trabajo. Por eso es clave que las empresas inviertan y focalicen sus esfuerzos en la mejora de las habilidades de los mandos medios y el desarrollo de liderazgos a través de procesos de coaching y formación”, indica Ávila.