Yamila es una testigo del crimen del chofer Daniel Barrientos, ocurrido en La Matanza. La joven, de 27 años, estaba a bordo del colectivo de la línea 620 el lunes pasado por la madrugada, junto con su hija, de 8 años.

La mujer reveló todos los detalles de cómo fue el asesinato; viajaba en el primer asiento, del lado derecho del chofer. “Le disparó a la altura del abdomen sin mediar palabra”, contó sobre el accionar de uno de los delincuentes.

Según contó, dos hombres se subieron al vehículo para robar a los pasajeros. “Recordar el hecho es temblar. No quiero salir a la calle a comprar, a nada. Cualquier auto que veo pasar me pone nerviosa, que mire para mi casa. No la estoy pasando bien”, expresó en diálogo al canal porteño Todo Noticias (TN), diálogo consignado por el sitio Noticiasargentinas.com.

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“Fueron los 12 segundos más horribles. Entre la vida y la muerte. Ese tiro podría haber sido para mí, para mi hija o para el policía. Si se daban cuenta que era policía lo mataban también ahí”, agregó.

Yamila mencionó que los dos delincuentes subieron “como dos pasajeros”. “El primero que sube le apunta al chofer y el segundo me apunta a mí", añadió.

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“El que viene por mí solamente me arranca la mochila de las manos, el celular estaba dentro de la mochila. Y el que apunta al chofer no le escuché decir nada, no le habló, absolutamente nada, solamente lo tenía apuntando todo el tiempo. El que habla es solamente el que roba”, continuó la joven.

Luego, se refirió al momento en el que le dispararon a Barrientos. “Lo último que vi fue cuando (Barrientos) se inclina hacia el lado de la ventanilla; pienso que era para agarrar su celular o billetera porque (el ladrón) lo tenía apuntando todo el tiempo”, comenzó.

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Y añadió: “Ahí es cuando él le dispara a la altura del abdomen, tórax, sin mediar palabra. Habrá pensado que iba a sacar algo para defenderse y ahí le dispara”.

El segundo ladrón, el que le robó a Yamila, fue hacia el policía que estaba de civil, directo a robarle: “Levanta las manos el policía y le dice ‘No, no, para para’. (El ladrón) le dice ‘Dame la billetera y el celular’ y ahí es cuando se escucha el disparo”.

“No llegó a robarle porque si veía que tenía el arma en la cintura lo iba a matar a quemarropa porque no le importa nada, porque son así, si pueden matar un policía lo van a hacer, por odio”, aseguró.

Ante el segundo disparo, los ladrones “se fueron corriendo” y los vecinos “empezaron a salir”.

“Y escucho a una vecina que cuenta que escucha decir ‘Dale, dale, arrancá’. Ahí nos damos cuenta que ese era el auto que los estaba esperando a ellos”, finalizó Yamila.