“El teatrum ha muerto”; “juguemos a que estamos vivos”.

Con estas frases se abre y se cierra la obra “Canibal dramaticus” que integra la agenda del Festival ARRE. La tercera edición de este encuentro internacional que organizan los grupos La Vorágine y El Galpón de las Almas, Puerto Cultural Libertad se exhibirá en esta oportunidad de modo virtual desde las 20 hasta el domingo. El colectivo está integrado por Noé Andrade, Pablo Gigena, Claudio Gigena y Víctor Martínez.

La primera edición se realizó en diferentes salas de la ciudad con la confluencia y reuniones-debates en Horco Molle. En 2017 se realizó con base en La Gloriosa y hace un año casi exactamente, en esa sala de Barrio Sur, se efectuó un adelanto presencial que ahora se proyecta en las pantallas; se podrán ver 10 obras (accesibles en https://www.youtube.com/@puertoculturallibertad/featured).

Desde distintas miradas el festival instala un debate aunque no se lo proponga. Gran parte del siglo pasado y de éste, los artistas han reivindicado el “in vivo” del teatro como el único arte. Pandemia mediante, con la generalización del streaming, el “vivo” tomó distancia y a través de un proceso de mediaciones el lenguaje artístico se transformó en híbrido.

No hay un contacto directo entre la puesta y los espectadores, en definitiva. El famoso convivio tan declamado entre los teatristas de la academia pareciera estar ausente.

Interrogantes

En el Festival ARRE hay dos puestas que se han realizado para la escena virtual, con estudios y aplicación de tecnología, y el uso de determinados recursos, hasta científicos. Precisamente, se podrá verlos esta noche: desde las 20 “Fluxo em rede” del colectivo Inclassificáveis (Brasil) y a las 21, “Quién traerá el alba” de El Galpón de las Artes (Mar del Plata). “Cuándo descansaremos del tiempo... el tiempo anda mal”, dice uno de los personajes, visibilizando un texto shakespeano.

El cruce entre el “vivo”, que quedó fuera, y la tecnología cuestiona hasta el mismo protagonismo de la obra. ¿Seguirá siendo el actor/actriz el mismo teatro?

La puesta en escena se aleja tanto del teatro convencional, que la frase “el teatrum ha muerto” parece ser una verdad.

Y nuevas preguntas se generan: ¿Podrá ser el ritual un acto único? ¿Es que acaso, desde Walter Benjamin (1936) en adelante, todavía se busca el aura, ese acto ritual, esa lejanía irrepetible ?

Mañana, en los mismos horarios, podrá observarse “Antígona Hoy”, del grupo mexicano Tadeco Teatro. Creonte, rey de Tebas, pide “poner orden y hacer respetar las leyes”, en el contexto de las elecciones de México. Es una tragedia que plantea el drama de las madres de los desaparecidos en un país tan castigado y que, en el teatro video aparece el reclamo por la tucumana Marita Verón. Entre la simulación de un programa de televisión, una marioneta relata en primer plano y las sombras detrás de una pantalla, una historia que, desde Antígona a estos días se impone con mucha fuerza.

“Habitación Tita” parte de una anécdota de Tita Merello para relatar historias de las calles, desde que se conoció que el famoso personaje de la música, el tango y los medios, pasaba sus vacaciones de verano en Unquillo. El grupo La Patotera Sentimental (de Córdoba) es puro trabajo en la calle pero, visto con una cámara fija, solo se registra alguna interacción con el público, entre el grotesco y el realismo.

El viernes a las 20 llegará “Kuadernos palestinos”, del grupo Sur Testimonios (Venezuela), que pone en la potente voz y expresivo cuerpo de la actriz Valentina Cabrera el histórico reclamo palestino, por su tierra y cultura; la resistencia cotidiana y la lucha, en la doble condición de ser oprimida como mujer y como palestina.

Posteriormente en el mismo canal se podrá ver “Caníbal dramaticus”, de La Vorágine. La historia es la conmemoración de la muerte del teatro con intérpretes de movimientos ajenos a lo humano y el uso de doble máscara. El despliegue de objetos y muñecos en el escenario tiende a exaltar el ritual. No obstante, será el dispositivo lumínico el que, a través de la cámara, creará los núcleos de tensión y el clima de la puesta, además de la creación del propio espacio escénico.

Últimas jornadas

El sábado, en primer turno se transmitirá “Horizonte de evento”, del Grupo Espacio Libre (Perú). Dos historias se cruzan: en una, los números se constituyen como una realidad organizada, cómo funciona el 0 o el 1, o el 3 considerado como número mágico; en la otra, predomina el accidente, el azar. Y a las 21, el grupo Ícono Teatral (Buenos Aires), en un reducido escenario, representa la obra del tucumano Guillermo Montilla Santillán: “Y aquella solitaria vaca”. Entre el absurdo y el grotesco se relata un robo, y a través de los medios de comunicación (una vieja radio), se informa que el dueño del botín dará indulto total y cinco millones por una vaca secuestrada que, además es testigo del crimen.

Finalmente, el domingo a las 20 se podrá observar “Microteatro del fin del mundo” de El Teatro Grito La Baz (Bolivia). Como si se tratara de un servicio a la carta, se ofrecen tres obras: “Las sobras”, “Caricha” y “El hombre que llegaba tarde a todas partes”. En esta versión on line se lleva a cabo en salas de zoom.

Luego se transmitirá “Memorias latinoamericanas”, que parte de textos del libro de Eduardo Galeano. La pareja de artistas La Perra Alegría (Chile-Alemania), con un mapa en el fondo del escenario, va pegando imágenes del relato de cuando la bailarina Isadora Duncan escandalizó a Buenos Aires en 1916; o cuando el brasileño Luis Prestes y Olga Benario son asesinados.

En cada emisión del programa también habrá entrevistas y diálogos con los protagonistas.