Ante la grave crisis de gobernabilidad, alta inflación, pobreza, corrupción, nepotismo, narcotráfico, ataque a las instituciones republicanas, desesperanza, hartazgo y falta de rumbo que vivimos los argentinos, creo oportuno recordar las palabras que Tucídides, en la antigua Grecia, puso en boca del ilustre gobernante Pericles: “Disfrutamos de un régimen político que no imita las leyes de los vecinos; más que imitadores de otros, nosotros servimos de modelo político para algunos. En cuanto al nombre, puesto que la administración se ejerce en favor de la mayoría, y no de unos pocos, a ese régimen se lo ha llamado democracia. Respecto a las leyes, todos gozan de iguales derechos en defensa de sus intereses particulares. Y ante los asuntos públicos, en cambio, jamás obramos ilegalmente, y acatamos las leyes, en particular, en favor de los que son víctima de una injusticia”. Como la mayoría de los políticos no sabrán quién fue Pericles, les comento que fue el más importante jurista, magistrado, general, político y orador ateniense en los momentos de la edad de oro de Atenas. Realizó grandes obras públicas y mejoró la calidad de vida de los ciudadanos. Su prestigio fue tan grande, que el siglo V a.C. , en el que vivió, se lo denominó el Siglo de Pericles, en que Atenas alcanzó su apogeo.

José Manuel García González 

Josemgarciagonzalez@yahoo.com.ar