El proceso inflacionario que arrastra hace años nuestro país luce descontrolado. Después de que se conociera que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) había registrado un incremento de 94,8% en 2022, el fenómeno no muestra señales de mejora. Pese a las estimaciones del equipo económico, que comanda el ministro de Economía, Sergio Massa, que imaginaban un lento descenso de la inflación, en enero los precios habrían registrado un incremento superior al 5%.

De acuerdo con distintas mediciones, los alimentos sufrieron subas de hasta un 5,5% en las primeras cuatro semanas del nuevo año. Solo este rubro ya pondría un piso por encima del 5% a la inflación general del mes. Y, según un estudio privado, en particular en la cuarta semana del primer mes del año el precio de los productos de este rubro incrementó un 0,75%.

De todas formas, el promedio “punta a punta” muestra una variación del 5,5%, de acuerdo al trabajo de la consultora LCG. En el período en estudio, las frutas aumentaron un 9,5%, las verduras un 9%, las comidas para llevar un 7,1%, los lácteos y huevos un 7%, las bebidas un 6,2% y los aceites un 4,7%. Por su parte, en estas semanas de enero, las carnes sufrieron un incremento del 2,5% en promedio, consignó Ámbito Financiero. De cumplirse las estimaciones de las consultoras privadas, los números trazados por Massa en el Presupuesto 2023 quedarían seriamente comprometidos. La meta oficial consistía en reducir la inflación a menos del 4% para el mes de abril y llegar a diciembre con un incremento tope del 60%. Sin embargo, el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) indicó que el 2023 cerrará con un aumento del 98% en el IPC.