Ramiro Scandolo

Reuters

El astro del fútbol Diego Maradona nunca debe haber imaginado que una de sus casas en Buenos Aires abriría las puertas a los argentinos y les permitiría celebrar allí los triunfos de la selección en el primer Mundial luego de su fallecimiento.

Cientos de kilos de carne argentina, barras de bebida y un DJ que selecciona música inspirada en Maradona acompañaron a las dos primeras ediciones de los “fan fest” que se organizaron durante las victorias ante Polonia y Australia en el Mundial, y que prometen seguir el viernes frente a Países Bajos por los cuartos de final.

En pantallas gigantes ubicadas en la sala y en el jardín trasero con piscina, los aficionados de la selección liderada por Lionel Messi siguieron los partidos, celebraron los goles y entonaron las mismas canciones que acompañan a la “albiceleste” en Qatar.

Las reuniones, que no se anuncian para evitar aglomeraciones, se realizan en la casa del tranquilo barrio de Villa Devoto en la Ciudad de Buenos Aires, en la cual el futbolista regaló a sus padres y vivió en los años 80.

Tras su muerte de Maradona en 2020, los herederos vendieron la casa a través de una subasta y los nuevos propietarios se propusieron convertirla en un museo del ícono del fútbol, pese a los rumores de demolición para construir un edificio que inquietaron a los argentinos.

“Es un privilegio estar en este lugar tan emblemático, me siento honrado”, dijo a Reuters uno de los dueños que pidió no revelar su identidad. “Queremos que todos puedan conocer este templo”.

En los encuentros para seguir los partidos del Mundial es posible recorrer los distintos ambientes, subir por la escalera de mármol y sentarse en los balcones que dan al jardín.

Desde una de sus ventanas que dan a la calle José Luis Cantillo, indican los actuales propietarios que Maradona saludó a los aficionados después de llevar a Argentina a alzar la Copa del Mundo en México en 1986, la hazaña que el seleccionado liderado por Messi busca repetir 36 años después en Qatar.

“Ojalá sigamos ganando y teniendo estas fiestas que a Diego le hubiesen gustado. Hasta la final del Mundial no paramos”, cerró uno de los organizadores del evento.