La cotización del dólar blue corre pareja con la reventa de entradas en Doha. Y hay un partido que asoma como el Santo Grial para los hinchas en la primera fase: Argentina-México. Es el duelo que nadie quiere perderse y el que mayor demanda de tickets ha generado. Por eso la reventa por estas horas es un infierno, con picos de 1.300 dólares; mucha demanda y una oferta que se hace desear. Muchísima especulación, por supuesto, sobre todo a la espera de los próximos resultados. El capitalismo en toda su dimensión.

La conversación viaja por redes sociales, donde los vendedores aparecen y desaparecen a la misma velocidad. No hay tanto stock como parece y eso tiene una razón: “vinimos desde Argentina, nos costó un montón armar el viaje… ¿Te parece que vamos a vender nuestras entradas? Ni nos importa lo que nos ofrezcan”, afirman Luciano Fezz y Sebastián Grimoli. Ambos llegaron desde Buenos Aires y pertenecen al grupo A de los afortunados que tienen localidades. En el grupo B militan quienes andan a la pesca de alguna oportunidad en el mercado negro.

Mientras los “arbolitos” virtuales hacen cuentas en Internet, los viejos e inefables vendedores al paso pululan por las cercanías del FIFA Ticketing Centre. Allí, al lado del gigantesco shopping City Center Doha, los aficionados pueden comprar tickets prácticamente para todos los partidos, porque hay muchísimos lugares disponibles. Pero no es el caso de los partidos de Argentina, que tienen el cartelito de “no hay más localidades”. Por eso los susurros cada vez que aparece un hincha con camiseta albiceleste: “¿quieres comprar?”

Las economías nacionales juegan fuerte en este escenario. A los mexicanos, que también andan a la pesca de entradas, les suben la cotización. Esas son las que llegan a los 1.300 dólares. Cuando el interesado es argentino los precios bajan, hasta oscilar entre 650 y 900 dólares. Ese también es un indicativo del “riesgo país”. “Hay que ser pacientes –analiza el marplatense Gustavo Siffred-. A medida que se acerque el partido y no se puedan sacar de encima los tickets van a venderlos más baratos. Y hay que estar atentos a la página de la FIFA”.

Las GUILLERMO MONTI / ENVIADO ESPECIAL

Esto hace referencia a los remanentes de entradas que la FIFA saca a la venta antes de los partidos, por lo general las que son devueltas o no consiguieron adjudicar en paquetes turísticos. Sucedió ayer, ya que muchos de los lugares que estaban reservados para los árabes no se completaron y los hinchas argentinos supieron aprovecharlo. Y, de todos modos, el instante clave será en la previa del partido, cuando a los “arbolitos” no les quede más remedio que vender por lo que les ofrezcan.

La FIFA busca la manera de terminar con este mercado de “entradas blue”, pero no encuentra la forma. En algún momento se pensó en personalizarlas, lo que obligaría a los hinchas a llevar el pasaporte para entrar al estadio. Demasiado engorroso. En Brasil y en Rusia la reventa fue un negocio redondo para muchos, habrá que ver hasta qué punto sucede lo mismo en Qatar. Hasta aquí, el Argentina.México marca la tendencia, pero es cuestión de esperar.

Una miniencuesta realizada en el Ticketing Centre arrojó una certeza: los argentinos del grupo B no están dispuestos a pagarle más de 700 dólares a un revendedor. A veces los consumidores consiguen imponer su voluntad.