WASHINGTON, Estados Unidos.- Las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, que se realizarán el martes próximo, revisten una importancia especial. El nivel de polarización podría amenazar la estabilidad democrática, sobre todo por la cantidad de candidatos “negacionistas” de las elecciones, que aún sostienen que la elección presidencial de 2020 les fue “robada” y ven “el peligro comunista” en cada medida social o de apoyo a los sectores más vulnerables.
Estos comicios legislativos se han convertido en una confrontación entre Donald Trump y Joe Biden. Trump tiene la mira puesta en las presidenciales de 2024; Biden intenta salvar los escaños amenazados, incluso en bastiones como Nueva York.
Biden tiene la intención de presentarse a la reelección pero no cuenta con el apoyo de todo el partido debido a su edad y a su popularidad en baja.
Se juega mucho en estos comicios: si pierde el control del Congreso, su mandato quedará políticamente paralizado. Además de preparar el terreno para un regreso del magnate republicano, fortalecería la posición del ala de derecha “dura” dentro del Partido Republicano.
El presidente se presenta como el defensor de las clases trabajadoras y garante de la democracia frente a candidatos republicanos dispuestos a rechazar el resultado de la votación, como Trump, que nunca reconoció su derrota en las presidenciales de 2020.
El ex presidente, todavía muy influyente en el Partido Republicano, también pasó a la ofensiva, y se dedica a recorrer estados clave para su proyecto de regreso a la Casa Blanca: Iowa, Florida, Pensilvania y Ohio.
“Muy, muy, muy probablemente lo haré de nuevo”, dijo Trump sobre otra candidatura presidencial. “Prepárense, es todo lo que les digo. Muy pronto”, añadió el jueves ante una multitud de simpatizantes congregados en el estado de Iowa. “Vamos a recuperar el Congreso, vamos a recuperar el Senado -afirmó-. Y en 2024, recuperaremos nuestra magnífica Casa Blanca”.
Sus candidatos en estas elecciones, que renuevan parte del Congreso, varias gobernaciones y otros cargos municipales, llaman a castigar al partido en el poder.
Trump multiplica los mitines para respaldarlos y probablemente se atribuirá el éxito si privan al presidente demócrata de su mayoría en el Congreso.
Los sondeos auguran una amplia victoria de la derecha en la Cámara de Representantes, que se renueva por completo, mientras revelan una estrecha mayoría republicana en el Senado, donde está en juego un tercio de los escaños. Si se confirma, Trump aprovechará para formalizar su candidatura y adelantarse a posibles rivales partidarios, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis. El sitio de noticias Axios apostó por el 14 de noviembre para el anuncio, que también podría afectar los pendientes judiciales de Trump.
El magnate inmobiliario es investigado por su papel en el ataque al Capitolio, la gestión de los archivos de la Casa Blanca y, en Nueva York, por asuntos financieros turbios con sus empresas. (AFP)