Tras la aprobación del Presupuesto para el ejercicio del próximo año en la Cámara de Diputados, el Senado empezó a estudiar la iniciativa de la mano del equipo económico del Gobierno nacional. Aunque el encuentro no contó con la presencia del titular del Palacio de Hacienda, Sergio Massa, los secretarios Gabriel Rubinstein (Programación Económica), Raúl Rigo (Hacienda), Eduardo Setti (Finanzas) y otros funcionarios del área dijeron presente para explicar detalladamente el texto que llegó a la Cámara alta.

Rubinstein fue el encargado de abrir la jornada y comenzó refiriéndose a aspectos de tipo macroeconómico del proyecto y detalló que han asumido “niveles de crecimiento del PBI para este año del 4% y 2% para el año que viene”, pero aclaró que son “estimaciones” que están sujetas a revisión porque “es posible que este año termine más alto y eventualmente puede haber algún crecimiento mayor”.

Dentro de los supuestos macroeconómicos, Rubinstein manifestó que el que genera más dudas “es el de la inflación del 60%”. “Uno puede preguntarse si es realista una inflación del 60% cuando venimos con una inflación más alta, y ajustes en tarifas, y en general cuando las consultoras locales e internacionales están previendo una inflación del 90 o 100% o incluso más”, disparó el funcionario. Y lanzó: “Ahí caben varias apreciaciones porque si el Congreso vota este Presupuesto, para nosotros es realista ese nivel de inflación porque es muy importante en los niveles de déficit que vote finalmente el Congreso para hacer las estimaciones financieras y monetarias que le dan el marco general a la inflación”.

Ausencia notoria

Más allá de las asistencias, el interbloque de Juntos por el Cambio hizo énfasis en la ausencia de Massa y reclamó formalmente se presencia para los días venideros. Lo hizo a través de una nota dirigida a la presidenta del Cuerpo, Cristina Kirchner; el secretario Parlamentario, Marcelo Fuentes, y el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Ricardo Guerra, en la que hicieron hincapié en la necesidad de que Sergio Massa asista al Senado igual que lo hizo el pasado 28 de septiembre a la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados.

“La práctica democrática requiere un fuerte compromiso con la deliberación parlamentaria y la deliberación pública, y en este marco no puede dejar de soslayarse la importancia que posee esta Honorable Cámara como fuente de representación de las provincias”, señalan en la nota, en la que reclaman también la asistencia de la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce.

Aunque los números dentro del recinto son ajustados para el oficialismo, hay optimismo sobre la sanción definitiva del proyecto que le permitirá a Alberto Fernández contar con presupuesto en su último año de gestión. Además se vaticina un trámite más acelerado porque todas las modificaciones que el proyecto sufrió en Diputados fueron acordados en paralelo con los senadores y los gobernadores. Es por esto que mañana o el viernes podría emitirse el dictamen y programar su debate en el recinto para el 16 o 17 de noviembre.

Para esa ocasión, el oficialismo cuenta con aliados suficientes para garantizar la aprobación del proyecto de Presupuesto. Más allá de algunas ausencias por cuestiones de salud, como el caso del senador José Mayans –presidente del bloque del Frente de Todos (FdT)- el kirchnerismo cuanta con 34 senadores. A ellos debería sumársele para lograr el quórum la misionera Magdalena Solari Quintana, el rionegrino Alberto Weretilneck y la riojana Clara Vega, consignó Parlamentario. Estas mismas voluntades asegurarán la aprobación de la iniciativa.

En esa votación en general habría que sumar -en caso de replicarse en el Senado el comportamiento de los diputados de cada sector- el apoyo de los 18 radicales, más la cordobesa Alejandra Vigo, en cuyo caso la ley de Presupuesto podría llegar a contar con 55 votos. Aunque nadie puede llegar a asegurar el apoyo completo de toda la bancada radical. Recordemos, sin ir más lejos, que el presidente del interbloque Juntos por el Cambio (JxC), Alfredo Cornejo, quien se ha mostrado de acuerdo con Ricardo López Murphy en cuanto a que “tal y como está no debería votarse el Presupuesto”.

Proyecto anticíclico

El senador nacional por Tucumán Pablo Yedlin participó de la actividad en la que se empezó a debatir el proyecto presupuestario y en relación a la iniciativa en debate aseguró que la misma “marca un camino y una idea sobre a dónde queremos avanzar”. “Hay una apuesta muy fuerte a la obra pública que es muy importante como factor anticíclico a la situación económica que vivimos porque genera empleo y la infraestructura que el país necesita”, remarcó el dirigente oficialista.

En diálogo con Senado Tv, el referente tucumano sostuvo también que a partir de su aprobación trabajará para que los recursos previstos “para obras, para la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y para cada una de las cosas que Nación financia llegue lo más pronto posible”.

En relación a los fondos que se presupuestaron para el área de salud, Yedlín destacó el aumento en el valor del monotributo para el pago a las obras sociales. “Era un valor fijo y con la sanción del Presupuesto, desde la categoría C en adelante habrá una escala progresiva y me parece bien porque en definitiva en cualquier sistema de seguridad social el aporte es progresivo de acuerdo a lo que se gana o recibe. Esto no pasaba entonces las obras sociales para monotributistas estaban muy desfinanciadas”, dijo el senador. Y agregó: “También hubo un artículo que no pasó en Diputados sobre el alto precio en medicamentos. Teníamos la expectativa de poder generar con el crédito de IVA de clínicas y sanatorios para darle la posibilidad de usarlo y así pagar aportes y contribuciones patronales. Hubo temas pendientes, pero si vemos el vaso medio lleno tenemos un presupuesto que marca un rumbo y no de ajuste sino de aumento en la producción y en la obra pública”.

Proyecciones

De acuerdo a las proyecciones macroeconómicas, el Presupuesto 2023 prevé un crecimiento del PBI del 2%, con una inflación del 60% y un dólar a 269 pesos en diciembre del año próximo.

Además, el déficit primario proyectado es de 1,9% del PBI, contra el 2,5% previsto para el presente año, en línea con el compromiso tomado con el FMI.

Entre sus principales puntos, durante el debate en la Cámara baja se incorporó una “cláusula gatillo” por inflación, solicitada por la oposición; se incrementó en 85 mil millones de pesos como “piso” la partida para los subsidios al transporte del interior; y se aumentaron en más de 300 mil millones de pesos distintas partidas para políticas sociales.

En la votación en particular, el Frente de Todos retiró del proyecto el artículo que prorrogaba las facultades del Poder Ejecutivo sobre retenciones; fue rechazado el artículo para eliminar la exención del impuesto a las Ganancias para el Poder Judicial; y se agregó un artículo para garantizar que los gastos en educación no serán inferiores al 1,33% del PBI.