El uniformado recibió una notificación en la que le pedían que se presentara en el Departamento Personal (D1) de la fuerza. El joven cumplió con la orden. En el edificio de la Jefatura de Policía, se encontraban los hombres de Captura y Búsqueda de Prófugos de la fuerza. Cuando apareció por el lugar, lo atraparon. En ese momento le avisaron que tenía una orden de detención emitida por la justicia salteña por un asalto que habría ocurrido días atrás en la localidad de Joaquín V. González. Este es el octavo efectivo de la fuerza que es detenido en menos de un mes por ser sospechoso de haber participado en un ilícito.

Rodolfo Argentino Mamaní es un productor salteño. Antes de que amaneciera el 18 de enero, partió hacia su campo a buscar la cosecha para luego comercializar. Por la noche, cuando ya había finalizado la tarea, regresó a su casa. Cuando estaba por ingresar, fue sorprendido por tres personas armadas. Después de amenazarlo y reducirlo, le quitaron los $4 millones que tenía en su poder producto de las operaciones que había realizado en las últimas horas. Luego huyeron con rumbo desconocido.

La Brigada de Investigaciones 3 de Salta se ocupó del caso. Después de varios meses, descubrieron que podrían estar ante una banda formada por tucumanos y salteños que habrían cometido varios asaltos de estas características en los últimos tiempos. Se comunicaron con sus pares tucumanos para solicitarles colaboración. “Recibimos la información y comenzamos a trabajar sin importarnos quiénes eran los sospechosos. Como dijo el ministro de Seguridad Eugenio Agüero Gamboa y el gobernador Osvaldo Jaldo, no hay contemplación con el personal que esté fuera de la ley”, aseguró el jefe de la Brigada Jorge Dib. “Toda la plana mayor de la fuerza está cumpliendo a rajatabla con esta premisa y la seguiremos haciendo”, añadió en una entrevista con LA GACETA.

Los hombres de Búsqueda y Captura de Prófugos, al mando de los comisarios Marcelo Rodríguez, Diego Bernachi y Miguel Carabajal, al recibir datos sobre quiénes podrían ser los autores, comenzaron a realizar tareas de inteligencia para dar con los dos acusados. Sabían que uno de ellos era un hombre que tenía varios antecedentes por robo y que viviría en el barrio 24 de Junio. Después de varios días, lograron detener a Hernán Lautaro Escobedo, de 29 años.

Los investigadores montaron todo un operativo para dar con el otro buscado, que fue identificado como Mauricio Pérez Graciano, también de 29 años. Fue así que pidieron que se lo citara a la oficina de Personal para detenerlo, lo que finalmente sucedió. “Cumplimos con nuestro deber y buscamos la manera más efectiva para hacerlo. Después de ser debidamente notificado, fue enviado a Salta para que respondiera por el delito que habría cometido. Antes de que emprendiera el viaje fue separado de la fuerza”, explicó Dib.

Pérez Graciano prestaba servicios en el 911, en la oficina de monitoreo de pulseras duales que son colocadas en casos de violencia de género. Hasta el momento no trascendió cuál es el tiempo que llevaba dentro de la fuerza.

Antecedentes

El sábado 3 de este mes, Brian Marcelo Barraza, que prestaba servicios en el 911 y cuya área de trabajo era Villa 9 de Julio, fue descubierto trasladando 46 kilos de cocaína desde Salta. El detenido -al que ya se le dictó la prisión preventiva- tenía en el vehículo, en el que se trasladaba con un cuñado hacia nuestra provincia, su uniforme dentro de un bolso. Los agentes creen que lo llevaba para colocárselo una vez que pisara suelo tucumano y así evitar que fuese controlado.

Barraza como Pérez Graciano eran personal transitorio policial (PTP). Así se denomina a los hombres recién ingresados a la fuerza que son contratados hasta que forman parte de la planta permanente con el grado de agente.

Dos días antes, en una investigación realizada por el fiscal federal Agustín Chit, las fuerzas nacionales ldesarticularon una organización integrada por policías que se habría dedicado al secuestro extorsivo y al robo. Las víctimas, según la investigación, podrían estar relacionadas a cuestiones vinculadas a las drogas.

En febrero pasado, un joven denunció en la ex Brigada que los delincuentes se presentaron en su finca y le tomaron una foto delante de las 40 plantas de marihuana que los amigos de su hermano cultivaban en sus tierras. Luego lo amenazaron con armarle una causa si no les pagaba una importante suma de dinero, cuyo monto no trascendió. Lo mantuvieron privado de su libertad hasta tanto pagaron $ 200.000 y le entregaron un Fiat Palio. Antes de marcharse, le robaron armas de fuego y cañas de pescar. Los investigadores de la fuerza, al analizar el caso, giraron todas las actuaciones al fiscal federal.

Por ese caso fueron detenidas cinco personas. Tres eran ex uniformados que habían sido exonerados de la fuerza, dos se encontraban en actividad y un sexto estaba detenido por un hecho ocurrido en Famaillá en el mismo mes. Las autoridades buscaban a un séptimo integrante.