En lo que va del año, la violencia estuvo bastante presente en el fútbol tucumano. La violencia hiere no sólo a las víctimas, sino también a quienes no la sufrieron. El registro de agresiones en lo que va de 2022 muestra que la violencia no distingue géneros, ni categorías. Primera, Juveniles e Inferiores, el Femenino, tuvieron incidentes.

Hubo agresiones, pero pocas sanciones ejemplares. Sólo un jugador de 20 de Junio, de la Primera B, fue castigado con un año de suspensión por agredir a un asistente en el partido contra Garmendia FC. En época de redes sociales y en las que las imágenes valen más que cualquier relato, se puede apreciar como los simpatizantes se transforman en delincuentes.

En Aguilares, en el partido entre Jorge Newbery y Sportivo Guzmán, hubo robo y agresión a los árbitros. Y los jugadores del “Juliano” fueron acorralados en el vestuario, al tiempo que eran atacados con una lluvia de objetos contundentes. En otro partido de la Primera A, semanas antes, un episodio similar de robo se produjo en Juan Bautista Alberdi, en el partido entre Deportivo Marapa y Sportivo Guzmán. Ese día, los árbitros regresaron a sus domicilios vestidos con el uniforme de jueces porque sus bolsos habían sido robados del vestuario. Los jugadores del “Juliano” pudieron correr igual suerte, pero llegaron a tiempo para evitarlo.

También hubo agresiones a los árbitros en Inferiores. En semifinales del Torneo Apertura de la categoría 2004, Escuela Miguel Brandán venció 2 a 0 a Unión Aconquija. La reacción de los perdedores fue golpear al árbitro.

En el fútbol femenino hubo dos episodios de intento de agresión física hacia dos árbitros en la fase regular del torneo Apertura. Romina Reinoso tuvo que refugiarse en los vestuarios por el acecho de simpatizantes de Atlético Concepción y Abel Juárez fue increpado por el técnico y ayudante del mismo club (fueron suspendidos por más de 100 días) al final del encuentro.

Las actividades se suspendieron por más de una semana luego del incidente en Marapa (fue sancionado el club y los árbitros fueron indemnizados). Se decidió que los cuartos de final de la zona repechaje de la Primera A y el triangular del descenso se jugaran a puertas cerradas y en cancha neutral. Con las semifinales de lo mismo. Los temores crecen tan solo por ir a jugar un partido de fútbol. Los protagonistas van a divertirse, pero con la contradictoria sensación generada por el miedo de no saber si regresarán a casa sanos y salvos.

Testimonios

Gustavo Aún

Arquero de Graneros 

Es algo lamentable lo que pasa en la Liga. Por lo general los fines de semana van familias a alentar a su club y corren riesgo tanto ellos como nosotros. Los hinchas deben entender que es un juego, se gana y se pierde. La verdad es que uno la pasa mal, sabemos lo que sufre la familia, cada vez que nos toca salir de casa, es una sensación bastante fea. Podrían iniciarse campañas de concientización de parte de los clubes hacia los hinchas para que entiendan que el fútbol es un espectáculo y se lo debe disfrutar sin importar el resultado del partido.

Hernán Facundo Flores

Capitán de San Antonio

Fue muy triste lo que pasó en la cancha de Newbery. Fue horrible ver las imágenes. Ojála que nunca vuelva a pasar esto y que todos aprendamos que es solamente un juego al que uno va a disfrutar y pasarla bien. Como jugador, se viven momentos horribles. Salimos temprano, nos despedimos de nuestras familias para ir a jugar al fútbol, que es lo que más no gusta hacer, y no sabemos si regresamos. El hincha tiene que entender que el fútbol es una diversión. No es una batalla en la que te pueden quitar la vida. La Liga tiene que intervenir más y si tienen que aplicar sanciones duras, que lo hagan.

Yonathan González

Capitán de Concepción FC de la Primera B

Cada vez que te toca ir a jugar de visitante sin saber lo que te puede pasar, las familias de todos quedan preocupadas. Los violentos tienen que tomar conciencia que están arruinando el trabajo de todo un año de dirigentes y jugadores. Ojalá que esto no se repita más así todas las familias que dejaron de ir, puedan volver a las canchas y disfrutar un partido de fútbol como corresponde.

Adriana Larrahona

Capitana de Atlético

La violencia cada vez está más descontrolada en el fútbol amateur. Por suerte, en el femenino no tanto. Es lamentable ver cómo simpatizantes, familiares, integrantes de un cuerpo técnico que ven desde afuera un partido siempre están amenazando a los árbitros. Estuve en el banco de suplentes del partido por los cuartos de final contra Atlético Concepción y un hincha de las rivales, le gritaba al referí que cobrara bien, que después no saben por qué los quieren agredir y que por culpa de ellos se suspenden partidos. ¡De terror!  Los partidos se juegan en canchas totalmente abiertas, sin ningún tipo de seguridad. Calculo que es porque nunca se llegó a hechos lamentables todavía. No sé cuál sería la solución. En el torneo pasaron algunos altercados, pero no nos enteramos  de mucho. Y si pasa, lo dejan pasar para que no se hable al respecto. Deberían sacar puntos a los equipos involucrados o que paguen una multa y jueguen en cancha cerrada, que el equipo local se haga cargo de la seguridad cobrando una entrada única. En la semifinal, la gente se quejaba de pagar 300 pesos. Eso también es todo un tema.

Santiago Condorí

Capitán de Sportivo Guzmán

Es muy triste lo que está pasando. Uno como jugador no puede disfrutar haberse clasificado. A lo largo de mi extensa carrera ¡he vivido tantas cosas! Sinceramente, pienso que la gente quiere hacer mucho daño. No generalizo, no son todos los clubes, no es toda la hinchada. Son un puñado grande que no sé si son verdaderos hinchas, pero no les importa nada, si tenés familia o trabajo. Solo les importa hacerte daño. La sociedad esta muy cambiada, muy rara y uno piensa que lo peor te pueda pasar. Todo es muy triste. No sé cuál es la solución, seguramente fuertes sanciones. Se tendrá que parar de una vez y por todas. La familia quiere volver a la cancha, pero viendo lo que pasa, se acobarda. Y eso es feo porque ese ingreso de dinero es una ayuda para el club y sin él, el club decae. Así que no se cuál es la sanción lógica, eso queda en manos del Tribunal.

Vivimos en una provincia apasionada por el fútbol. Y unos inadaptados confunden esa pasión con otras cosas. Están enfermos. Espero que lo que resta del torneo, todas las divisiones terminen en paz.

Gustavo Pérez

Capitán de San Pablo

Estoy muy dolido por lo que está pasando. En la Liga es mucho bla bla y al final queda todo en la nada. La Liga tendría que aportar un granito de arena y sancionar como se dijo desde un momento a los clubes que incitan a la violencia y controlar más en las canchas en las que no se puede jugar.
Traté de ser siempre justo, leal en todos los sentidos. En mis casi 43 años, con la trayectoria y el respeto ganado, a veces evité los problemas. Ejemplo: en Lastenia hace poco cuando fuimos a jugar, por ser conocido pude bajar los decibeles de los hinchas que estaban exaltados. Lo que sí entristece es que las sanciones caen sobre todos y no en los que realmente hacen el daño.

Para mí, de corazón, la Liga tiene que hacer un cambio profundo porque siempre es lo mismo. No viene desde ahora, viene de hace años y nunca se tomó el toro por las astas. Siempre se habla lo mismo y cada vez estamos peor. Y eso molesta mucho. Tiene que haber sanciones ejemplares, pero a dos jornadas para terminar ya no tiene mucho sentido. Debería haber sido desde un comienzo.

Ronald Galván

Capitán de Unión del Norte

No están haciendo las cosas como deberían. Tendrían que tomar decisiones firmes y serias con respeto a los problemas que se están dando en cada partido. Es hermoso saber que  jugamos cada fin de semana. Lo difícil es entender que es sólo un partido de fútbol y nada más. La sociedad no lo ve de esa forma en sí y corremos muchos riesgos porque tampoco tenemos seguridad de nada. A mi entender, creo que una de las soluciones sería sancionar de manera estricta a aquellos clubes que no cumplan con las normas y que ocasionen situaciones de violencia y en cada partido se brinde la seguridad necesaria para poder jugar.