KIEV, Ucrania.- Los líderes designados por Rusia en las áreas ocupadas de cuatro regiones de Ucrania anunciaron planes para plebiscitar la adhesión a Moscú, en un movimiento que Ucrania y sus aliados de Occidente calificaron como un ardid del Kremlin para tratar de recuperar la iniciativa tras perder terreno en combate.

“Los rusos pueden hacer lo que quieran. Eso no cambiará nada”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, al comienzo de una reunión con la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield.

En un tuit, agregó: “Ucrania tiene todo el derecho de liberar sus territorios y seguirá liberándolos sin importar lo que Rusia diga”.

El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijo que Washington rechaza “inequívocamente” los planes de consultas populares. El presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente lituano, Gitanas Nauseda, usaron la palabra “parodia” para describir los referendos.

En una acción aparentemente coordinada, autoridades prorrusas anunciaron que harán plebiscitos entre el 23 al 27 de septiembre en las provincias de Luhansk, Donetsk, Jérson y Zaporiyia, que representan alrededor del 15% del territorio ucraniano, o un área del tamaño de Hungría.

Rusia considera a Luhansk y Donetsk, que forman la región de Dombás y que Moscú ocupó parcialmente en 2014, como estados independientes. Ucrania y sus aliadosn dicen que esas zonas están ocupadas ilegalmente.

En una publicación en redes sociales dirigida a Putin, el líder de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), Denis Pushilin, escribió: “Le pido, lo antes posible, en caso de una decisión positiva en el referéndum: considerar que la RPD se convierta en parte de Rusia”.

Figuras prorrusas presentaron los referendos como un ultimátum a Occidente para que acepte los avance territoriales de Rusia o se enfrente a una escalada de la guerra con un enemigo en posesión de amas nucleares. (Reuters)