En la larga fila que esperaba entrar a la capilla ardiente donde descansan los restos de la reina Isabel II, una de esas miles de personas llamó la atención del resto: la estrella de fútbol David Beckham.

Vestido de traje, con un sobretodo y una boina negra, junto a un paraguas -indispensable en Londres-, el ex futbolista se unió a las 2 de la mañana a la fila para entrar a la capilla ardiente y finalmente entró alrededor de las 15, según mostraron las imágenes en vivo desde el Westminster Hall.

El ex futobolista -quien fue solo al homenaje- se mostró visiblemente emocionado adentro de la capilla ardiente.

Beckham explicó que había ido a hacer la fila a la madrugada con la esperanza de evitar el momento de mayor ajetreo, pero que su plan se había visto frustrado. “Pensé que viniendo a las dos de la madrugada iba a estar un poco más tranquilo, me equivoqué”, dijo a ITV News.

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“Siempre supimos que este día sería difícil. Nuestros pensamientos están con la familia; es muy especial escuchar todas las historias de la gente que vino hasta aquí”, dijo Beckham a Sky News desde la fila.

El ex jugador del Manchester United y el Real Madrid recordó que su momento “más especial” con Isabel II fue cuando recibió de sus manos la distinción de la Orden del Imperio Británico (OBE, por sus siglas en inglés), en 2003. “Llevé a mis abuelos conmigo porque eran grandes monárquicos”, dijo sobre aquel día.

El ex futbolista de 47 años consideró haber “tenido mucha suerte de poder tener algunos momentos así” con la monarca más longeva en la historia del Reino Unido. “Es un día triste, pero un día para recordar”.

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