CUENTOS

SAN PALITO 

JUAN CARLOS MON

(Puerta roja – Tucumán)

En San Palito, de Juan Carlos Mon, destaco los cuentos “Karma”, “San Palito” y “Monumento”. En estos textos –como en el resto del libro– el autor trabaja a partir de la cultura popular y de la tradición literaria: los rocía con el corrosivo ácido del humor. Lo que obtiene merece ser leído como un entretenimiento o como una burla del sentido ordinario.

Los cuentos desactivan el lugar común y funcionan como una propuesta de pensamiento. “Karma” podría leerse como una fábula que culmina en la broma negra sobre el crimen organizado.

“San Palito” ofrece varias lecturas: entre ellas encontramos una burla contundente de las creencias religiosas en una sociedad que persigue las formas vanas del éxito y difunde las máscaras cínicas ante el fracaso sexual.

Acaso “Monumento” sea un tributo indirecto a aquellas personas que desconfían del arte contemporáneo.

Los cuentos más breves se acercan al chiste. Los textos que proponen una trama la construyen con una reformulación de un texto literario reconocible, como en el caso de “Blanca” o de “El sueño de los locos”. En “Blanca” se trata de una versión burlesca del célebre “Blancanieves…” y en “El sueño de los locos” leemos una reescritura de un personaje del Martín Fierro ligada al humor sexual.

En todos los casos, la principal operación de desmantelamiento del cliché es la parodia de los relatos orales o escritos. Se podría decir que Juan Carlos Mon tiene el gatillo atento para disparar el humor y con ese aliento ataca una zona del mundo cercano.

En los relatos más logrados, la humorada enciende un dispositivo de reflexión. Y eso no es poca cosa.

Este es el primer libro del autor y es prometedor: despierta expectativas ante los que vienen. Tendremos que seguir los pasos de Juan Carlos Mon.

© LA GACETA

FABIÁN SOBERÓN