Cada 15 de agosto se celebra el Día Mundial del Reiki, una jornada que homenajea a Mikao Usui, el fundador moderno de esta práctica de sanación, que combina espiritualidad y medicina. 

Este día, que se celebra en todo el mundo, se presenta como la oportunidad ideal para abrirse ante esta práctica sin prejuicios pero con la certeza de que se trata de una terapia alternativa y complementaria.

Qué es el Reiki y quién fue Mikao Usui

El Reiki es una práctica conocida de varias maneras. Hay quienes lo definen como un sistema de armonización natural, mientras que otras personas hablan de terapias de energía y lo describen como un tipo de medicina alternativa.

La práctica se basa en la transferencia de la energía universal (qi) que se ejerce a través de las manos de los reikistas. Esto implicaría la promoción de la curación de una persona, ya sea que se trate de afecciones físicas o emocionales.

Mikao Usui es el creador del Reiki Tamashi

Mikao Usui es considerado tanto el fundador como el descubridor moderno. Esto último se debe a que en realidad el Reiki es una práctica antigua que tuvo lugar en otros territorios por fuera del Japón.

Usui nació en la actual localidad japonesa de Miyama cho el 15 de agosto de 1865, y es por esto que en la jornada de la fecha se celebra el Día Internacional del Reiki. La energía universal que funciona como premisa de esta disciplina la recibió en 1922 tras una sesión de meditación que duró 21 días. 

Cuáles son sus beneficios del Reiki

Al ser considerada una pseudoterapia que no cuenta con fundamentos científicos, los beneficios del Reiki no justifican que una enfermedad o afección deba ser abordada únicamente a través de esta práctica. Dicho con otras palabras, se trata de una terapia complementaria que de ninguna manera debería reemplazar a la de la medicina tradicional.

El beneficio más destacado de todos radica en el bienestar integral que genera el Reiki, con la sensación de equilibrio y la reducción del estrés como signos principales.

El Reiki armoniza, estabiliza, sana y relaja en un sentido global. Esto quiere decir que sus beneficios se dan en el plano de lo físico y lo emocional y también en lo mental y espiritual.

Se dice que su práctica mejoraría el rendimiento fisiológico de las células y los órganos del cuerpo humano. También que optimizaría la capacidad del organismo para sanarse a sí mismo.

Como si fuese poco, al tratar con energía universal los beneficios también alcanzan a todos los seres vivos, entre ellos los animales y las plantas.