Israel impone desde 2007 un estricto bloqueo de la Franja de Gaza, donde viven 2,3 millones de habitantes con altos niveles de desempleo y de pobreza. Recientemente, el ejército israelí lanzó una operación de bombardeo contra objetivos de la Yihad Islámica, el grupo terrorista que había lanzado más de 400 cohetes contra Israel. Se trata de una escalada de violencia que no se registraba en el enclave palestino desde el año pasado.

Un portavoz militar indicó que el ejército israelí se prepara para realizar una operación de una semana. “Actualmente no llevamos a cabo negociaciones con vistas a un alto en el fuego”, dijo el portavoz, a pesar de que Egipto trata de mediar para calmar la situación.

Mientras tanto, las alertas de cohetes no dejan de sonar en las localidades israelíes. Hasta ahora, los disparos desde Gaza no dejaron víctimas ni daños, según el ejército. Sin embargo, la única central eléctrica de la Franja de Gaza tuvo que cerrar por falta de combustible. La compañía considera que esto podría agravar la situación humanitaria.

Por temor a represalias tras detener a un líder de la Yihad, Israel cerró los cruces de mercancías y personas con el enclave palestino.

Israel, que bombardea el territorio desde el viernes, alega que sus ataques están dirigidos a sitios de fabricación de armas de la Yihad, aunque -según las autoridades de Gaza- al menos 15 personas murieron en los bombardeos. Entre las víctimas se encontraba uno de los líderes de la organización, Tayseer al Jabari “Abu Mahmud”, y una niña de cinco años y hay más de 120 heridos. En represalia, el brazo armado de la Yihad lanzó más de 100 cohetes hacia Israel, que aseguró que sólo fue una “respuesta inicial”.

Se trata del peor enfrentamiento entre Israel y las organizaciones armadas en Gaza desde la guerra de los 11 días de mayo de 2021, que dejó 260 muertos en el lado palestino y 14 fallecidos en Israel. Ayer las fuerzas israelíes detuvieron a 19 miembros de la organización en Cisjordania, un territorio ocupado por Israel desde 1967. Esta ofensiva se produjo tras la detención de un líder del grupo, Basem Saadi.

Egipto, mediador histórico entre Israel y los grupos armados en Gaza, busca intervenir en el conflicto; entregó ayer la primera propuesta para un alto el fuego a Israel y la Yihad Islámica, según consignó la agencia de noticias Europa Press.

Sin embargo, la organización negó un cese de hostilidades y aseguró que se “concentraba sobre el terreno”. Además, acusa a Israel de haber desencadenado una guerra. “El enemigo sionista inició esta agresión y debe prepararse a que combatamos sin tregua”, declaró el secretario general de la Yihad Islámica. Al mismo tiempo, el primer ministro israelí, Yair Lapid, acusa al grupo armado de ser un representante de Irán que busca destruir el Estado de Israel y matar a israelíes inocentes.