La Justicia Federal avanza en la investigación en contra de dos ejecutivos de un hotel en la causa donde se investiga la supuesta explotación sexual de menores de edad. Por el caso, se encuentra detenido un empresario tucumano que estaba radicado en Miami, Estados Unidos.

El fiscal Agustín Chit lleva adelante la investigación del caso. Su teoría es que Eduardo Made contactó a una adolescente de 15 años para que captara a otras menores con el fin de que ejercieran la prostitución. Reunió las pruebas suficientes para que el juez federal Fernando Poviña ordenara primero su detención y luego, para que luego le dictara la prisión preventiva al imputarle el delito de promoción y facilitación de la prostitución agravado por ser las víctimas menores de edad.

El investigador sospechó que el acusado podría haber recibido apoyo de los empleados del hotel. Solicitó un allanamiento, la detención y la declaración indagatoria como imputados de dos ejecutivos del hotel Sheraton, que está ubicado al frente del parque 9 de Julio.

El magistrado sólo autorizó a que se realizara la medida y a interrogar a los dos sospechosos la próxima semana. En ese acto les informaría que están acusados del mismo delito que Made, pero en calidad de partícipes necesarios.

Las pruebas

El fiscal, según confiaron fuentes judiciales, reunió los elementos para sospechar de ambos. Uno de ellos es que, al analizar los registros fílmicos de las cámaras de seguridad del hotel, descubrieron que las víctimas ingresaban por el estacionamiento hasta el piso donde se habría concretado la explotación sexual y nadie se percató de esa situación.

En el manual de procedimiento del hotel está perfectamente establecido que están prohibidos el ingreso al edificio de personas que no están alojadas. Y, en caso de que se detectara una situación de estas características debía ser comunicada de manera urgente y directa a los máximos responsables del hotel.

En el expediente figuraría un testimonio clave de otra ejecutiva del Sheraton. Habría declarado que hace no mucho tiempo atrás, una persona permitió el ingreso de una mujer a la habitación de un pasajero y, cuando la novedad se había conocido, se inició una investigación que terminó con el despido del empleado.

También fue de suma importancia la declaración de por lo menos una de las víctimas. En una entrevista en Cámara Gesell sostuvo que el acusado les habría advertido que todos lo conocían a él y que ante cualquier cosa dijeran que eran sus sobrinas.

El lunes se concretó el allanamiento que había solicitado Chit. Personal de Gendarmería Nacional recibió por parte de los sospechosos sus teléfonos celulares. También aportaron las claves para que no se retrase su análisis. “No podemos negar que es un gesto importante por su parte. Es un acto de buena fe procesal”, indicó una alta fuente judicial. Sin embargo, la situación procesal de ambos se resolverá el lunes, cuando declaren.

Javier Lobo Aragón y Aníbal Paz, que asumieron la defensa de los dos sospechosos, aclararon que ninguno está involucrado en esa supuesta red de explotación sexual. “Uno de ellos fue nombrado en diciembre, es decir que poco pudo saber de esta situación. Sólo conocen que él era pasajero del hotel desde hace cuatro o cinco años”, explicaron.

Los profesionales indicaron además que pedirán al fiscal que cite a declarar a todos los empleados para que brinden la información necesaria con el fin de que se aclare su situación. “El lunes, como lo hicieron desde un primer momento, van a continuar colaborando en la causa; en esta oportunidad, con su declaración”, insistieron.

Colaboración

Mientras se define la situación procesal de los dos ejecutivos, Chit avanza en la investigación. Uno de los pasos fue pedir colaboración a la embajada de Estados Unidos para que se pueda analizar el celular Iphone de Made, quien no aportó (no está obligado a hacerlo) las contraseñas para que se pueda analizar la información que tiene el teléfono.

Como ya había anticipado LA GACETA, el investigador había puesto al tanto del caso a las autoridades norteamericanas para solicitar colaboración, ya que Made residía en Miami. Hubo un intercambio de información y ahora sospechan que la red tendría ramificaciones internacionales, ya que las víctimas habían informado que el acusado les ofrecía viajar a Buenos Aires y a Estados Unidos para introducirlas en el mundo del modelaje.

Además, después de que se hiciera público el caso, realizaron exposiciones espontáneas donde informaron haber vivido situaciones similares. Por eso no se descarta que en los próximos días se conozcan casos de nuevas víctimas.