El sol es una estrella muy común y la que más conocemos porque es la más cercana, pero todavía hay procesos que no sabemos por qué ocurren. Galileo Galilei, a comienzos del siglo XVII, descubrió que en su superficie hay manchas oscuras, a las que llamó Manchas Solares. Desde 1755 hay registros sistemáticos de la cantidad de manchas que se aprecian en la superficie del sol y se sabe que varían en un ciclo de 11 años. El último Ciclo Solar, que es el número 25, comenzó en diciembre de 2019, terminaría 2030 y el máximo será en 2025 aproximadamente. Se puede predecir si será un ciclo débil o fuerte, pero a veces estas predicciones no coinciden con lo que sucede.
En la superficie del sol también se producen explosiones que liberan energía y partículas, conocidas como Erupciones o Fulguraciones. Estas, generalmente, están asociadas a las manchas solares y cada una de ellas puede liberar más energía que una bomba atómica. El sol es una estrella muy activa.
La energía y las partículas liberadas por el sol pueden llegar a la Tierra y afectar su campo. Si son muy intensas pueden llegar a afectar las comunicaciones. Actualmente se pueden predecir estos acontecimientos con cierta exactitud gracias a los satélites y telescopios en Tierra que lo observan.
El sol tuvo un período de más de 70 años en los que no tuvo casi ninguna actividad (ni manchas ni fulguraciones). Esto ocurrió entre 1645 y 1715. Aún no se sabe a qué se debió, incluso se podría pensar que fue un problema de registros y no algo que realmente hata pasado.
Hay muchas estrellas parecidas al sol, las gemelas solares. Esas estrellas pueden observarse en detalle con los grandes telescopios y se sabe que también tienen erupciones y manchas. Debemos aclarar que aún no se pueden ver las manchas y las erupciones en otras estrellas, pero con técnicas observacionales como la espectroscopía se las pueden detectar y estudiar cómo varían en el tiempo. Las gemelas solares presentan ciclos de manchas, pero su duración es diferente para cada estrella. Analizando registros antiguos de estas estrellas se ha detectado que algunas están presentado comportamientos parecidos al mínimo de Maunder del Sol, es decir, que fue algo que realmente ocurrió. Aunque no se puede saber si el sol presentará otro mínimo para observarlo con nueva tecnología, que haya estrellas como el sol que sí se pueden observar ahora va a ayudar a que se entienda qué ocurrió en el sol y si este fenómeno se puede repetir.
Los datos que permitieron detectar mínimos de actividad en estrellas como el sol fueron obtenidos para otros estudios. Esto muestra también que las observaciones astronómicas no son para un uso único.