Una mujer de 84 años fue liberada de la familia que la mantuvo en condición de esclavitud durante 72 años. Ocurrió en Río de Janeiro y constituye el caso de explotación humana más largo registrado en Brasil. Ella comenzó a trabajar a los 12 años, fue liberada hace dos meses y se encuentra en un asilo donde recibe la ayuda de asistentes sociales. “No tiene noción de que fue esclavizada, luego de haber trabajado durante toda su vida para todos los miembros de la familia. No se casó, no tuvo hijos y perdió contacto con sus familiares”, explicó la asistente social Cristiane Lessa, encargada del caso.

La mujer durmió en un pequeño sofá durante toda su vida. No tenía documentos ni cobraba un salario, tampoco recibió educación y mucho menos se le permitió tener contacto con sus familiares. El Ministerio Público del Trabajo informó que los casos de personas sometidas a la esclavitud haciéndolas pasar como si fueran de la familia son más comunes de lo que se percibe.

El caso fue informado como parte del aniversario de la Ley Aurea, la cual abolió oficialmente la esclavitud en Brasil. El movimiento negro brasileño, en cambio, no celebra esta fecha, sino que la califica como una “falsa abolición”.

El movimiento aprovechó la fecha para realizar sus reivindicaciones con manifestaciones en las principales plazas de Brasil. En el marco jurídico, la Coalición Negra por derechos acudió a la Corte Suprema para el reconocimiento del genocidio negro en la era de la posesclavitud, en base a las estadísticas sobre las muertes de jóvenes negros por parte de la Policía. Por su parte, el presidente Jair Bolsonaro prometió trabajar en una ley para eximir de responsabilidad “al policía que mata en cumplimiento del deber”.