La muerte de María Paz hubiera pasado desapercibida en España si no fuera por que la mujer dejó un particular mensajes para sus allegados. El obituario se hizo viral a meses de su fallecimiento, ocurrido en junio del año pasado, y sus familiares no salen de su asombro.
María Paz dejó por escrito instrucciones muy claras. En la esquela, publicada en el diario El Progreso, explicaba que tanto a la iglesia como al cementerio quería que fueran una lista de personas específicas. “Siguiendo mis principios y mi particular manera de decir las cosas, dispongo que ya que hace mucho que mi familia no es de sangre, impongo mi última voluntad para que solo se deje asistir a mi funeral, en el tanatorio, iglesia y cementerio a las personas que menciono a continuación”, expresó la mujer.
Se trata de una especie de lista VIP que dejó afuera a varios allegados. Eran quince nombres y unos puntos suspensivos tan misteriosos como sugerentes. “Fina García Vázquez, Juan Pedro Tejero García, Antón Montenegro, Segundo Viñas, Carmelita, Julián Francés, Rosa, Ana Tere Fernández, Ascensión Rodríguez, Susana, Silvia, Noeli, Pilar Lema, Ricardo y Juan”, fueron la personas que María Paz autorizó. "Al resto de gente que jamás se preocupó durante mi vida, les deseo que sigan tan lejos como estuvieron", sentenció al final de su comunicado post mortem.
El aviso fúnebre no tardó en correr como la pólvora en Twitter y suscitar miles de reacciones. Aunque para algunos es "una desgracia" dejar eso escrito antes de morir porque vendría a demostrar que era "una mujer infeliz, rencorosa", son muchos más los que consideran que María Paz fue una valiente gestionando de esa forma su despedida.