Los sonidos de los disparos alertaron la madrugada del sábado en El Manantial. Cuando los vecinos salieron a la calle para ver lo que había sucedido, se encontraron con una policía que pedía a gritos que llamaran a una ambulancia. Ella había herido gravemente a uno de los dos jóvenes que, según dijo, habían intentado robarle la moto.

La cabo Natalia Ovejero, con prestación de servicios en la Sección Combustible de la fuerza, transitaba por la ruta 301 a bordo de una Motomel con destino a su casa. A la altura de la heladería Grido, dos motochorros la empujaron y la hicieron caer en medio del pavimento. Declaró que mientras trataba de reincorporarse, los delincuentes le dijeron que se trataba de un asalto y uno de ellos le mostró un arma de fuego que tenía en la cintura. La víctima del robo se identificó como policía y se produjo un tiroteo. En el enfrentamiento, uno de los atacantes recibió un disparo en la cabeza, mientras que el otro huyó y dejó abandonado a su compañero.

El herido, que hasta el cierre de esta edición no había sido identificado por las autoridades, fue trasladado al hospital, donde se encuentra en estado desesperante, según informaron los profesionales que lo atendieron.

“Festival de robos”

“Nos enteramos esta mañana lo que había sucedido. La verdad es que esta ruta es un festival de robos de motos, sobre todo en la madrugada o cuando está por amanecer, ya que no hay mucho movimiento”, señaló Fernando Castro. “No es que no haya policías en la zona; sí hacen recorridos, pero el drama es que estos delincuentes salen de cualquier lado”, añadió el vecino en una entrevista con LA GACETA.

María Fernanda Herrera resumió la versión barrial del hecho. “Vinieron los motochorros, la tiraron a la mujer. Ella gritó que era policía y comenzaron los disparos. Ella, gracias a Dios, salió ilesa y afortunadamente tuvo más puntería que los delincuentes”, señaló.

La auxiliar fiscal Paula Bellomio, por orden del fiscal Diego López Ávila, tomó las primeras medidas. Al haber estado involucrado en el hecho una agente de la fuerza, la investigación estuvo a cargo del Equipo Científico de Investigación Fiscal. Los peritos se entrevistaron con la víctima del intento de robo, con testigos y analizaron las evidencias que encontraron. Recomendaron que no se tome ninguna medida en contra de la policía, planteo que fue aceptado por los funcionarios judiciales.

López Ávila, al comprobar la gravedad del estado del herido, se puso en contacto con su par Ignacio López Bustos, que conduce la fiscalía de Homicidios I. Avaló todas las medidas que había tomado su colega y dispuso que personal de Homicidios se encargara de identificar al herido. Fuentes judiciales confirmaron que hasta el momento no hay ningún indicio que pueda complicar procesalmente a la cabo.