El partido más fácil se convirtió en una pesadilla, de la que San Martín deberá despertar lo más rápido posible. Del baile en Caballito a una goleada histórica, en menos de una semana. Impensado. Ilógico. Irreal. Aunque no tanto. El equipo que conduce Pablo De Muner, si bien nunca dejó de buscar el arco rival, se olvidó de defender el suyo y se comió un golpe durísimo, ante uno de los peores equipos del campeonato y que, seguramente, peleará el descenso hasta la última fecha. Entonces, ¿cómo explicar el 0-4?

San Martín empezó abajo en el marcador a los 4 minutos y ahí se terminó el partido. Desde ese punto fue todo esfuerzo y descontrol.

Con el libreto en llamas, el “Santo” intentó pero nada pudo remediar. El partido estaba perdido, desde que recibió el primer golpe.