No quedó muy en claro si se trató de un golpe verdadero o si fue parte de un juego escénico de los que Hollywood nos tiene acostumbrados.

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La pregunta no tiene respuesta luego de que el Dolby Theatre (y la audiencia televisiva) quedase helada cuando Will Smith subió al escenario y le dio una cachetada a Chris Rock, luego de que el comediante ironizara sobre su esposa, Jada Pinkett.

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Por las reacciones inmediatas, no estaba preparado y el enojo fue sincero y profundo. Hubo un momento de estupor entre el público, que se profundizó cuando Smith, ya en su platea en primera fila le gritó a Rock: “quítate el nombre de mi esposa de tu boca”.

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En su chiste, Rock se refirió a la calva de Pinkett, comparándola con un personaje de acción, cuando se debe a una condición clínica que le hizo perder el pelo.

El presentador a mejor documental (lo ganó “Summer of soul”) quedó corrido y le costó volver a tomar el hilo de su labor, al punto que hizo referencia al chirlo que recibió. Pero la duda sobre si fue ensayado o acordado previamente subsiste.

Lo cierto es que la tensión entre ambos se remonta a seis años atrás, cuando Pinkett cuestionó a los Oscar por la ausencia de nominados negros, y Rock la fustigó desde el escenario de la gala de 2016. Quizás haya sido una venganza meditada con los años y agravada por las nuevas bromas o un paso de ficción.

El golpe ya se transformó en uno de los momentos históricos de las 94 ediciones de los premios. Y será la comidilla de mucho tiempo más.