NOVELA

VIOLETA

ISABEL ALLENDE

(Sudamericana – Buenos Aires)

Isabel Allende vuelve al ruedo editorial con una nueva novela: Violeta. El hecho ha generado, como suele ocurrir, gran expectativa en sus lectores, y fría indiferencia en la crítica literaria seria, intelectual y llena de prejuicios.

La autora, víctima de un incomprensible estigma, tiene vedado el ingreso al canon progre a pesar de su feminismo de primera hora, sus convicciones izquierdistas, su apellido ilustre y de los temas recurrentes en muchas de sus obras, todos políticamente correctos: Chile, la dictadura, los exilios, las luchas feministas, la denuncia del clasismo…

Violeta retoma estos temas, que irá hilvanando la vida centenaria de la protagonista, una mujer chilena nacida en 1920, que sufrirá y sorteará las debacles de la economía y de la política, y la fría indiferencia de una sociedad conservadora y llena de prejuicios, cual caterva de críticos literarios. La novela, con la fluidez que caracteriza la prosa de la autora, narra, junto a la vida de Violeta, la de varios personajes de su entorno, todos interesantes y fuera de lo común. Se destacan: Julián, un aventurero al estilo James Bond, un tanto oscuro y perverso, y Nieves, una bella e inteligente joven que atravesará los infiernos de una corta y turbulenta vida. La obra se compone, más que de escenas, de fragmentarias reseñas de las vidas de sus personajes, recurso habitual en la autora chilena. ¿Será esa su clave del éxito? ¿O cuál es la impronta fundamental de su literatura?

Isabel Allende cuenta que desde su adolescencia le escribió una carta al día a su madre y que conserva un archivo de unas 24.000 misivas; lleva desde niña, además, un escrupuloso diario personal. Tan formidable ejercicio de escritura templa el oficio, e impregna su literatura de un inconfundible sesgo epistolar y autobiográfico. Violeta está atravesada por ambos. La novela se presenta como una larga carta que la protagonista dirige a un tal Camilo, cuya identidad conoceremos ya muy avanzada la historia. La obra, por otra parte, está inspirada en la madre de la autora, aunque no se narra la vida real de esta, sino una versión idealizada que combina con la suya propia.

En síntesis: nos espera una buena historia que vale la pena leer.

Mientras tanto, Isabel desdeña el canon progre, vive tan ricamente en California, se ha casado por tercera vez a sus 80 años, emociona a millones de personas en todo el mundo, y nos deja un consejo solapado a los autores en Violeta: “El viaje de la vida se hace de largos trechos tediosos, paso a paso, día a día, sin que suceda nada impactante, pero la memoria se hace con los acontecimientos inesperados que marcan el trayecto. Esos son los que vale la pena narrar”.

© LA GACETA

Juan Ángel Cabaleiro