Durante todo este tiempo, las fotos satelitales fueron mostrando casi en tiempo real lo que muchos políticos y diplomáticos de todas partes del mundo se negaban a creer que iba a suceder: cómo las tropas rusas que responden a Vladimir Putin se reforzaban, acomodaban y preparaban una invasión a Ucrania.

Tomadas a mediados de febrero, las fotografías demostraban que los ucranianos se encontraban rodeados por tres lados, en sus fronteras con Rusia y Bielorrusia. Desde arriba, se observaban equipos de artillería y concentraciones de tropas. De particular preocupación podría haber sido la presencia de un nuevo hospital de campaña, a cierta distancia en el noroeste de Bielorrusia, consignó la BBC, medio que difundió esas capturas aéreas.

Las últimas imágenes satelitales proporcionadas por la empresa estadounidense de tecnología espacial Maxar muestran que la actividad militar rusa a gran escala persistía cerca de las fronteras, pese a las afirmaciones que por entonces hacía el gobierno ruso de desescalada y retirada. En algunas, se observa artillería autopropulsada y cañones de gran calibre montados en el chasis de un tanque, dispuestos en Brestsky, que está a unos 50 kilómetros de la frontera.

Ahora, esas fotos muestran los ataques a instalaciones militantes ucranianas por parte de Rusia y también cómo, gracias a la ayuda de Bielorrusia en la frontera norte, pueden asediar al país que resiste.