En la enfermedad del hígado graso no alcohólico (HGNA), una patología que afecta a cerca de un cuarto de la población del mundo, la genética de los pacientes condiciona el perfil de ADN de las bacterias que colonizan el hígado o microbioma hepático, revelaron investigadores argentinos, informa la agencia de ciencia y tecnología CyTA. Los resultados son un paso importante en la comprensión de los mecanismos moleculares de una enfermedad que se caracteriza por la inflamación del hígado y puede progresar a cirrosis e insuficiencia hepática, y podrían orientar estrategias selectivas de prevención y tratamiento.
“Los hallazgos refuerzan el concepto de que los factores que llevarían al desarrollo de la HGNA son en parte heredados y en parte adquiridos”, indicó la colíder del estudio, la doctora Silvia Sookoian, del Instituto de Investigaciones Médicas (IDIM), un Instituto de alianza estratégica UBA-Conicet.
Estudios de las comunidades bacterianas del cuerpo humano demostraron que la microbiota o comunidad de bacterias varía sistemáticamente en los hábitats del cuerpo. “Esas bacterias, dependiendo de cuál sea su especie o la presencia de su ADN en el hígado, puede desencadenar diversas reacciones inflamatorias en el tejido o a la inversa, puede condicionar propiedades beneficiosas. La composición de la microbiota tendría un rol importante en la gravedad de la HGNA”, indicó Sookoian.
Otras patologías
“Este hallazgo permite también avanzar en el entendimiento de cómo la enfermedad grasa del hígado se conecta con otras enfermedades muy relacionadas, y hasta podríamos afirmar que todas forman parte del mismo trastorno metabólico subyacente”, destacó Carlos J. Pirola, investigador Superior del Conicet en el IDIM.
Actualmente, los tratamientos de la enfermedad grasa del hígado son muy limitados porque están en etapas de experimentación y porque todavía no demostraron resolver la complejidad de la enfermedad y de las lesiones que presenta el hígado enfermo, tal como la fibrosis hepática. “Consideramos que la información revelada en nuestro trabajo, así como la línea de investigación en general nos permiten entender los mecanismos de la enfermedad. Pero tal vez lo más importante, es que esta investigación ofrece una plataforma sobre la cual evaluar futuras intervenciones terapéuticas”, indicó Sookoian.