También la cuarentena le dio una nueva oportunidad al empapelado. Claro que la moda de los años 70 regresó aggiornada: cambiaron los motivos de los papeles y el modo de empapelar los ambientes. Ya no se usa empapelar todas las paredes con los mismos rollos de empapelados que se imprimían seriados. Ahora la personalización es la regla. Y tiene que ser un diseño protagonista, que llame mucho la atención en una sola pared. Se usan mucho las hojas, las flores en escalas grandes o motivos vegetales. También los diseños geométricos, los paisajes.

“El empapelado es un recurso alternativo para aportar textura en los interiores. Hoy encontramos papales con textura muy reales que imitan maderas, textiles, piedras y diferentes materiales

Incluso hay papeles vinilicos que imitan los murales, vienen listos para pegar. Es muy amplia la variedad y diseños, algunas marcas tienen diseños exclusivos con colecciones cápsulas y otras son más estandarizados por catálogos”, apunta la diseñadora Ana Palavecino.

“Lo que hay que tener en cuenta al momento de aplicar un empapelado es el estado de la pared; es fundamental que no tengan humedad, desniveles ni roturas, ya que el papel copia la superficie del muro. Para muros con humedad o roturas existen revestimientos 3D, paneles de mayor espesor que se aplican usando pegamento o directamente como stickers y sirven para aportar diseño y calidad al ambiente sin tener que recurrir al proceso de obra”, aconseja.