Tanto frenesí en la vida cotidiana hace que muchas parejas dejen de lado una buena parte de su sexualidad. Pero como siempre hay una primera vez para todo, la sexóloga Agustina Soria Gómez propone experimentar con el "slow sex" para San Valentín.

En su columna semanal en "Buen Día Verano", Soria Gómez planteó dejar por un momento la fijación en el coito y abocarse a la estimulación de los sentidos.

Las caricias, los besos y la proximidad pueden abrir paso a una experiencia sensorial que, en el aprovechamiento del corto tiempo con el que muchas parejas cuentan, suelen ser salteadas con rapidez.

Dedicarle tiempo al otro y demostrarlo en el sexo sin apuros puede ayudar a afianzar o a reconstituir las relaciones y, sobre todo, permitirse nuevas sensaciones.