He leído el editorial de LA GACETA “La seguridad vial , un problema de todos” (25/11). Aprovecho ese espacio para ampliarlo. El tránsito es un sistema dinámico, compuesto por tres factores: a) El humano (conductores, pasajeros , peatones), b) El vehículo y c) El camino. Para que la tríada funcione correctamente debe estar en equilibrio. El componente fundamental es el humano , ya que por su conducta puede incurrir en : 1) Impericia conductiva. 2) Imprudencia. 3) Negligencia y 4) Inobservancia de las normas y reglamentos. Ante este panorama, los controles eficientes y la educación vial son instrumentos esenciales, si se quiere reducir o eliminar los accidentes de tránsito. Una conocida definición nos dice que la educación vial “es el sistema integral de enseñanza mediante el cual se posibilita el conocimiento de las normas y pautas a que debe ajustarse el comportamiento en el tránsito, con miras a que aquellas sean aceptadas, reconocidas y acatadas voluntariamente”. Se deduce entonces, que sus objetivos principales son la Instrucción (formación y capacitación) y la Educación (formación de valores para el desarrollo de conductas adecuadas en la vía pública. El artículo 9 de la Ley 24.449 de Tránsito y Seguridad Vial, en el punto c), expresa que debe hacerse difusión y aplicación permanente de las medidas, métodos y formas de prevenir accidentes. En Tucumán no se hace nada de lo que la ley exige: No hay una política de Estado, ni acciones sistemáticas y permanentes sobre un tema tan vital. Lo grave es que no se observan indicios de cambio. Los otros factores como el camino, con su falta de señalización vertical–horizontal, pavimentos y banquinas dañadas, vehículos en mal estado, también aportan lo suyo para que ocurran los accidentes viales. Los tucumanos debemos comprender que cuando mas avancemos en la educación, más eficientes serán los controles (menos corruptos y aleatorios ) y menor la población a controlar, ya que la seguridad pasará a ser un valor personal, que se debe sostener y ampliar en todo tiempo y lugar. Como ciudadanos, debemos exigir que quienes nos gobiernan hagan su parte y que la hagan bien. Simplemente: cumplir y hacer cumplir la ley.

Juan Francisco Segura


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