Escribir sobre uno de los mejores rockeros de América es muy difícil. Hace 70 años nacía en Caballito, Buenos Aires, Carlos Alberto García Moreno, más conocido como Charly, ícono de nuestra música, un niño prodigio de oído absoluto, que cualquier nota musical podía descodificar con solo sentirla. Su niñez fue marcada en un estilo de música clásica escuchando a Mozart, Stravinski y Chopin, entre otros; a los 12 años era profesor de teoría y solfeo. Todo cambió cuando escuchó a The Beatles, que logró la transformación en este muchacho que empezó a hacer un dúo con Nito Mestre y formó Sui Generis, donde alcanzó la fama y el conocimiento nacional, con temas como Canción para mi Muerte y Rasguña las Piedras entre otras. En 1975 se separa de Nito y forma la Máquina de hacer Pájaros, con la que saca dos formidables discos, pero su esplendor llegó con Serú Girán, formando su fantasía con Lebón, Moro y Aznar, grabando piezas únicas que son escuchadas hasta el día de hoy, como Seminare, Canción de Alicia en el País, A los jóvenes de ayer, usando metáforas para que la Junta Militar nunca supiera qué estaba diciendo, pero fue el único que pudo cantar en la época oscura de nuestro país. Indudablemente era un genio ya formado; luego de disolverse Serú se largó a su etapa solista con Yendo de la cama al living y demás álbumes increíbles. Los excesos y sus adicciones formaron parte de su vida también, que hacían que sus recitales se volvieran cada vez más difíciles de realizar, dado que en muchos no se presentaba o llegaba con retraso. En el año 2000 comenzó la decadencia de este fenómeno que hasta se arrojó desde el 9º piso del Hotel Aconcagua en Mendoza a una piscina, por no ser atrapado por la policía luego de un incidente que tuvo en dicha ciudad; ya brillaba en todo el continente, Chile, Colombia, Brasil, Uruguay, México. En el 2006 en un episodio que ya estaba al borde la muerte, hubo un salvador que se llamó Ramón Bautista Ortega, más conocido como “Palito”, que le salvó la vida y lo ayudó a superar todas estas adicciones en su casa de Luján. García recuperó su intelecto musical en 2009 en un recital colmado en su cumpleaños, llenando el estadio de Vélez Sarsfield, y luego cuando nadie lo creía posible, saca un disco de estudio llamado Random. Esta es, en pocas líneas, la vida de un maestro del rock argentino, el 5° Beatle, sin duda alguna; una mente brillante de un músico que despierta mucho en el público argentino. ¡Feliz cumpleaños, Charly! Gracias por tu aporte a nuestra música y por darle un prestigio internacional. Ver tus discos en el extranjero me causó mucha alegría. ¡Por 70 años y más!

Fernando Esteban Saade

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