Con la pandemia, la enseñanza y la escuela como institución entraron al centro de debate. Académicos, docentes, alumnos y especialistas en educación comenzaron a alzar sus voces, narrando experiencias y  buscando brindarle una nueva mirada y un giro positivo a la educación.

Durante la pandemia y con textos y experiencias que ya venían trabajando, un grupo de cinco profesionales presentó el libro Pedagogía del Cuidado, la construcción de la cultura del  cuidado en la escuela actual (Editorial La Crujía) Luego de trabajar asesorando a más de 70 establecimientos educativos, comenzaron a repensar las prácticas y reconocieron que las tareas de cuidado eran transversales a cada institución. “La escuela brinda un vínculo con adultos que se convierten en referentes que salen del ámbito familiar de los chicos, eso genera un impacto muy grande en su vida”, explicó Celina Schlusselblum licenciada en Gestión e Historia del Arte en diálogo con LA GACETA.

“Nos pensamos siendo con otros, estando en relación con otros. Y en la medida que somos con otros, es a través del cuidado la manera en que nos relacionamos. Cuidar es entrar en sintonía con las cosas, implica tener intimidad, sentirlas dentro de nosotros mismos, acogerlas, respetarlas, darles sosiego y reposo auscultarles el ritmo y armonizar con ellas. Este componente constitutivo de nuestra existencia es considerado un derecho universal porque toda la vida necesita de cuidado; de lo contrario, se enferma y muere”, explican en uno de los capítulos del libro.

“Muchas escuelas trabajan cuestiones de cuidado pero no lo tienen conceptualizado o internalizado para darle mayor valor. Va más allá del cuidado físico o de la alimentación. Tiene que ver con cuidar los vínculos y poner en juego los afectos y la ternura”, indicó Mercedes Álvarez, profesora de filosofía y otra de las autoras.

“La escuela es un lugar de cuidado y muchas cosas que suceden allí son acciones de cuidado porque de otra forma no es posible el acto educativo. No se pude educar sin cuidar y educar es un acto de cuidado”, reveló Schlusselblum.

¿Cómo pueden las instituciones y docentes implementar la pedagogía del cuidado?

Celina: El cuidado va desde lo más simple: el portero o la auxiliar que saluda a los chicos  por su nombre cuando entran, ya es una cuestión de cuidado. Hemos visto acciones mucho más complejas como cuando se trabajan contenidos que les son útiles a los chicos y a la comunidad.  

Mercedes: Los proyectos que tienen que ver con propuestas que salen de los chicos hacen que se trabaje el vínculo docente – alumno. Tenemos que estar atentos  a la escucha real de las necesidades e inquietudes de los chicos que son los protagonistas de la situación de aprendizaje. Una participación verdadera y escucha real, es lo que proponemos.

¿Cómo plasmar en proyectos la pedagogía del cuidado?

Mercedes: Cuando comenzamos a trabajar con las escuelas, nos dimos con que ya existían muchas prácticas de cuidado aunque no las reconocían como tales. Comenzamos a unir y a sumar algunas cosas a los proyectos: al de ESI le sumábamos el tema de cuidado, trabajábamos al proyecto de sustentabilidad junto con el de educación vial, compartíamos las cosas con el centro de Salud del barrio.

Celina: A veces era sumar algo más o a otros. Unir las iniciativas de cada año. Hay escuelas que armaron todos sus proyectos bajo el paragua de cuidado.

La escuela ya no puede estar fuera de la comunidad…

Celina: Dentro y fuera de la escuela es importante tender puentes. Quizás para tu proyecto de seguridad vial hay un papá que trabaja en algo relacionado. O entre escuelas, o articulando la primaria y secundaria, pero hacerlo todo con ojos de cuidado.

Mercedes: Cuando ya tenés el trabajo hecho al interior de la escuela, podés salir a trabajar para insertarlo en la comunidad: con el apoyo del barrio, centros de salud y otros agentes. La idea es incorporar a la comunidad la vida de los chicos y las chicas.

Es indispensable sistematizar este sistema de cuidado, ¿por qué?

Mercedes: Nosotros trabajamos acompañando a más de 70 escuelas y aprendimos que una de las patas fundamentales es escribir el proyecto porque te brinda cierta organización y queda instalado en la cultura de la escuela. Hoy es un proyecto que hace un docente, luego puede continuarlo otro y pasa a ser algo institucional. Los docentes estamos ávidos en hacer cosas siempre y, a veces, nos cuesta sentarnos a organizarnos. Pero si no hacemos el proyecto, después es más difícil evaluar los objetivos, cómo se trabajó y qué podemos cambiar o mejorar.

¿Se puedo sostener el cuidado en el contexto de pandemia?

Mercedes: Nosotros ya veníamos trabajando con la pedagogía del cuidado y el año pasado que fue lo más duro de la pandemia, las escuelas que ya tenían ejercitado el tema del vínculo nos sorprendieron. No fue más fácil, pero fue algo orgánico que sucedió porque al principio no pensaron en el contenido sino en cuidar a los chicos.

Celina: Se priorizó el vínculo del docente con los chicos. Algunos proyectos que se venían trabajando en el año anterior tuvieron continuidad pero, por ejemplo, en la plataforma de YouTube. Entonces hubo una coherencia y los chicos no se sintieron perdidos.

Mercedes: Los chicos en un momento estaban abrumados y no tenían espacios de juegos. Un grupo de docentes, por ejemplo,  comenzó a organizarles juegos simples para hacer en casa, eso estuvo muy bueno.

¿Qué capacidades debe adquirir el docente para practicar este tipo de pedagogía?

Celina: Existen tres competencias que describimos en el libro. La primera competencia es a nivel personal, registrarse uno: ¿soy capaz de reconocer mis emociones? Segundo, en un nivel interpersonal debemos preguntar cómo construimos los vínculos con quienes nos relacionamos. ¡Le dedico a otros tiempo y atención? Puedo escucharlos sin interrumpir ni juzgarlos? Por último, cuando las competencias se despliegan en el nivel grupal social se crean contextos más amplios en donde se promueve la transformación de la cultura del consumo a la cultura del cuidado. Para trabajar en equipo podemos preguntarnos: ¿cómo nos organizamos? ¿Podemos delegar en nuestros compañeros? ¿Dividimos el trabajo en forma equitativa?, entre otras preguntas.

LIBRO

Pedagogía del Cuidado, la construcción de la cultura del  cuidado en la escuela actual (2021, Editorial La Crujía) Autores: Mercedes Álvarez, María Paula Boilini, Noelia Enriz, Fernando Palazzolo, Celina Schlusselblum.

IMAGEN DE PRENSA.